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¿Qué pasará con el Cincuentenario si construyen Arena Medellín?

Usuarios resaltan su valor y temen que desaparezca. El nuevo Arena Medellín contempla reponerlo.

  • Las ubicación de este escenario es privilegiada, en un sector donde convergen la cultura, la educación, la recreación y el deporte. FOTO Camilo Suárez
    Las ubicación de este escenario es privilegiada, en un sector donde convergen la cultura, la educación, la recreación y el deporte. FOTO Camilo Suárez
  • ¿Qué pasará con el Cincuentenario si construyen Arena Medellín?
19 de marzo de 2021
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Desde el pasado 2 de febrero, cuando la alcaldía informó sobre la posible construcción de un sitio especial para eventos denominado Arena Medellín en el lugar donde hoy están el estadio Cincuentenario y su cancha auxiliar, los amantes del fútbol aficionado han pasado noches en vela.

Y es que independiente de los beneficios que se han expuesto sobre la nueva obra, señalada por la administración municipal como “un paso definitivo en el sueño de entregarle a la ciudad un centro de espectáculos de talla mundial”, hay inquietudes entre quienes han visto desaparecer en los últimos años en esta capital, y en municipios del área metropolitana, varias canchas para la práctica del más popular de los deportes. Una de ellas, la Marte 3 en la unidad deportiva Atanasio Girardot, donde en diciembre de 2003 se inauguró el Parque del Ajedrez durante la alcaldía de Luis Pérez.

El nuevo recinto, el Arena Medellín, está proyectado para conciertos, ferias, congresos, charlas y convenciones, y tendría capacidad para 16.000 personas. La inversión aproximada es de $162.000 millones en valores constantes (sin variaciones por cambio del precio en el tiempo) y se ejecutaría en alianza público-privada.

La primera etapa, de prefactibilidad, que analizó variables técnicas, jurídicas, financieras, estratégicas y comerciales del proyecto, incluyendo el diagnóstico de los predios y la infraestructura existente, fue superada y ya están contando 90 días para los estudios de factibilidad que, de ser aprobados, darían vía libre a la construcción.

Un símbolo deportivo

El valor histórico del estadio Cincuentenario es reconocido, pues este fue un “regalo” en comodato que la Alcaldía de Medellín le hizo a la Liga Antioqueña de Fútbol en 1979 por sus primeros 50 años. En 2005, sin embargo, se lo reclamó y le dio la administración al Instituto de Deporte y Recreación (Inder) dentro de una política que se aplicó con todos los escenarios públicos de la ciudad.

Es tal el aprecio que los usuarios le tienen a este espacio que lo llaman el “Templo del fútbol antioqueño”. De ahí las preguntas que los líderes del sector les hacen a los promotores del Arena Medellín: ¿No había otro sitio para el naciente proyecto? ¿Serán remplazados el estadio, en el que también se practica rugby, y la cancha de arenilla aledaña? ¿En dónde y con qué características?

Según ellos, este no se ha socializado con la comunidad, mientras en la publicación de la alcaldía quedó explícito que en la etapa de prefactibilidad se identificaron factores sociales, ambientales, prediales y ecológicos que contribuyen a las “apuestas estratégicas de la ciudad”.

Y prosigue: “Así, luego de revisar el esquema técnico, jurídico y financiero, el comité evaluador, liderado por la Secretaría de Desarrollo Económico y la Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas –Agencia APP–, determinó la viabilidad de continuar con la fase de factibilidad”.

Hugo Parra, del Semillero Miranda, quien lleva 45 años “forjando deportistas y ciudadanos de bien en esta comuna (la 4) con cerca de 2.800 usuarios de todos los clubes”, dice que a esa cuna llegan deportistas de Campo Valdés, Aranjuez, Moravia, El Bosque, Sevilla, Manrique, Santa Cruz “y de todo Medellín” por el fácil acceso, puesto que es cercano a la estación Universidad del metro, los parques Explora, Norte, Los Deseos, el Jardín Botánico y el Planetario.

Allí, recuerda, se iniciaron Aquivaldo Mosquera (jugó en Pachuca y América de México; y Sevilla de España), Óscar Londoño (ex-Nacional) y Dorlan Pabón (hoy en día en el Monterrey).

Para Jair Castaño, presidente del club Brasilia, “acabar con estos espacios sería un atentado contra el deporte, porque cada vez son más los equipos y menos los escenarios”. Y asegura que de los cerca de 650 clubes que hay en Medellín, 50 % son de fútbol”.

Propuesta de corazón

Hugo Castaño, entrenador profesional y fundador del club paisa La Mazzia, asegura que cuando le mencionan el Cincuentenario le tocan las fibras. Y de inmediato evoca sus épocas como miembro de los cuerpos técnicos de las selecciones de Antioquia, cuando pasaba días enteros entrenando a los muchachos.

Añade que a pesar de que en los últimos años este escenario no ha sido muy utilizado, y no se refiere exclusivamente el tiempo de la pandemia, “ese, más que la propia cancha Marte 1 que está ubicada en la unidad deportiva Atanasio Girardot, es el verdadero templo porque fue construido con la intención de que fuera la casa de la Selección; en vez de acabarlo hay que ponerlo bonito, que quede un segundo estadio para la ciudad”.

Frente a la propuesta de la ejecución del Arena Medellín allí, asegura que van a dejar contentos a muchos que les gusta “la fiesta y los conciertos, pero es un golpe letal para el fútbol aficionado”.

A manera de comparación, dice que “si usted va a Bogotá y al Valle del Cauca encuentra canchas con césped natural en todos lados, mientras en Antioquia las estamos acabando, aparte de los grandes inconvenientes para utilizar las pocas que hay”.

Otros, como el exfutbolista Juan Jairo Galeano (ex-Nacional), califican el Cincuentenario como “un lugar sagrado e intocable por su historia y por los beneficios que presta a los jóvenes futbolistas de Medellín y Antioquia”.

“Esa fue mi escuela, el sitio de graduación para lanzarme al profesionalismo. Tengo los recuerdos más maravillosos y una gratitud eterna”, apunta el Andino de Oro.

Fue allí donde en 1981, durante un entrenamiento, Luis Alfonso Marroquín (q.e.p..d.) y sus compañeros del cuerpo técnico de la Selección Prejuvenil descubrieron el talento de René Higuita cuando, agazapado como un felino, se lanzó al aire y tomó en sus manos un pájaro que merodeaba su arco. La anécdota la contó muchas veces el fallecido Ricardo Lagoueyete, preparador físico, y la corrobora, con una sonrisa, Castaño.

Hasta ese predio llegaba trotando Leonel Álvarez desde el barrio Zamora porque no tenía pasajes para el bus. Allí dejaron su esfuerzo ídolos de varias generaciones, entre los que se cuentan Andrés Escobar, Luis Fernando Chonto Herrera, Iván Ramiro Córdoba, David Ospina y Mao Molina, y empezaron a llamar “profes” a Francisco Maturana, Juan José Peláez, Carlos Piscis Restrepo, Luis Fernando Montoya y muchos más.

Frente al tema, el arquitecto Luis Fernando Arbeláez asegura que si se va a hacer un centro de espectáculos, lo primero por definir es qué se entiende por eso y qué servicios le va a prestar a la comunidad vecina y si esta se va a beneficiar.

“Depende de eso se puede decir si es conveniente o no, de todas maneras el que desaparezca un escenario deportivo no deja de ser un golpe para ellos porque este es un lugar neurálgico, no del encuentro futbolero, sino de la gente, de hacer amigos, de conversar, de reunirse. A no ser que Medellín Arena contemple otras actividades que reemplacen, complementen o añadan algo al lugar”.

Según Arbeláez, hay que partir de una participación ciudadana para que la gente exprese su pensamiento respecto a cada proyecto. “Explicarles a las personas del entorno qué se va a hacer para que opine y que la decisión se tome de acuerdo con la comunidad y no a espaldas de ella”.

La ciudad, pujante y emprendedora sigue su marcha al progreso y todos aplauden. Pero antes de sus ejecutorias, así se asegure que tienen contemplado reponer estos espacios (ver análisis de la directora del Inder), “se debe revisar la historia y replantear, si es necesario, obras que afecten el corazón y el patrimonio cultural y deportivo de los antioqueños”, advierte Giovanni Valencia, forjador de talentos que ve con preocupación que otro escenario icónico de la región puede quedar solo en el recuerdo.

41
años cumplió el pasado mes de diciembre este estadio del balompié aficionado.
3
canchas públicas de grama natural, únicamente, quedan en la ciudad de Medellín.
El empleo que busca está a un clic

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