En medio del habitual torbellino de rumores que agita cada mercado de fichajes, uno de los nombres que volvió a sonar entre los hinchas de Atlético Nacional fue el de Dayro Moreno, goleador eterno y actual figura del Once Caldas. Aunque la dirigencia del club verdolaga no ha manifestado oficialmente interés en repatriarlo, la conversación creció en redes sociales, impulsada por el fervor de los aficionados y algunos periodistas que imaginaban su regreso como el cierre ideal de una carrera memorable.
Sin embargo, fue el propio Dayro quien decidió zanjar el tema con una respuesta directa y sin espacio para interpretaciones. A través de sus redes sociales, el delantero tolimense fue claro al responder si terminaría su carrera en Atlético Nacional:
“La verdad, no. Con respeto, mi equipo amado es Once Caldas.”
Una frase sencilla pero firme, cargada de sinceridad, que demuestra el vínculo emocional que el atacante mantiene con el equipo de Manizales, con el que alcanzó la gloria continental y al que considera su verdadera casa futbolística.
Eso sí, Moreno no desaprovechó la oportunidad para recordar con gratitud su paso por el conjunto paisa, donde dejó una huella imborrable:
“Los dos años que estuve en Nacional para mí fue un logro muy importante porque tuve la fortuna de ser goleador dos veces, de salir campeón con Nacional, que es un equipo grande, y la verdad que para mí un orgullo también porque el cariño que me expresan siempre que voy a Medellín a jugar contra Nacional, me corean todavía, entonces eso a uno como jugador, profesional y persona lo llena de orgullo.”
Dayro Moreno vistió los colores de Atlético Nacional entre 2017 y 2018, tiempo en el que no solo se coronó campeón, sino que fue el artillero del torneo colombiano en dos ocasiones consecutivas. Su entrega en el campo, su olfato goleador y su carácter lo convirtieron en uno de los últimos ídolos de la afición verde, pese a la forma polémica en que terminó su ciclo en el club.
Hoy, a sus 39 años, sigue demostrando vigencia con la camiseta del Once Caldas, liderando el ataque y sumando goles a una carrera que supera los 300 tantos. Aunque su camino y el de Nacional no volverán a cruzarse, queda claro que la historia compartida entre ambos no se olvida. Ni por él, ni por la tribuna que aún lo ovaciona cuando pisa el Atanasio.
Porque así es el fútbol: entre la gratitud del pasado y la fidelidad al presente, Dayro Moreno ya eligió cómo quiere que se escriba su último capítulo.
