Fue una fiesta. Tanto los hinchas como los jugadores de Nacional celebraron el título de la Copa Betplay con locura. A varios de los primeros se los vio llorando como niños de la felicidad en las tribunas del máximo escenario del fútbol antioqueño. Los segundos también soltaron lágrimas: el más icónico fue el arquero Kevin Mier, que cuando terminó la tanda de penaltis fue a buscar una toalla que dejó detrás del arco en la que tenía una virgen. “Es mi fiel compañera”, dijo.
Los ánimos se salieron de control cuando Dorlan Pabón y Jéfferson Duque, los dos capitanes del conjunto verde, levantaron el trofeo. Ya era una realidad que Nacional volvía a darle una alegría a su gente. Por eso los aficionados se quedaron hasta casi las 11 de la noche en las tribunas, cantando, gritando, celebrando.
Después los futbolistas quisieron compartir la alegría con su círculo más íntimo. Por eso algunos salieron hasta la puerta de ingreso a los camerinos, ubicada en la tribuna occidental, junto a la sala de prensa, para que dejaran ingresar a sus familiares. Lograron hacerlo en medio del asedio del público que quería tomarse una foto con los héroes de la noche.
Habían pasado las 11 de la noche. Las tribunas estaban desocupadas. El personal de logística ya había desmontado la tarima de premiación, pero la cancha estaba llena de personas con la camiseta de Nacional. Eran los familiares de los futbolistas, que los abrazaban y se tomaban fotos posando con el trofeo.
Mientras eso pasaba adentro, el festejo se encendía en las calles de Medellín. Personas sacando banderas por las ventanas de los carros. Gente corriendo con los amigos y abrazándolos. La 70 llena a reventar con los aficionados que salieron del estadio para vivir un festejo que se extendió hasta la madrugada.
La celebración de los jugadores
La música no solo sonaba en la ciudad. También lo hacía a todo volumen en el camerino de Nacional. Los futbolistas pusieron salsa a todo volumen. Una de las canciones que más los animó fue “Sonido bestial” de Richie Ray y Bobie Cruz. Jugadores como Cristian Zapata, que tenía una campaña en las manos y la estaba haciendo sonar, gritaron con fuerza el fragmento “tú que decías, que ya no servía, tú que decías que ya no salía...”.
Después “Chipi Chipi” Castillo empezó a bailar en el centro del camerino. Se le unió Juan Pablo “Tatay” Torres. También apareció de pie el extremo Neyder Moreno.
Mientras ellos gozaban, el defensa central Felipe Aguirre, que con su gol agónico le dio el empate a Nacional en tiempo de reposición, miraba el celular, tal ve hablando con algunos familiares, quizá pendiente de lo que se decía del triunfo en los medios de comunicación.
Así fue la fiesta de Nacional después de quitarse “la espinita” contra Millonarios. Es cierto que no ganó la Liga. También que no jugó del todo bien. Pero el ímpetu de sus jugadores y el apoyo de su gente después de tantos desencuentros durante 2023, le bastaron para conseguir el sexto título de Copa Betplay.