El central colombiano Dávinson Sánchez fue protagonista en el duelo entre el Tottenham y el Everton de James Rodríguez y Yerry Mina, al marcar doblete, aunque al final la celebración fue para los azules que ganaron 5-4.
Mientras que Dávinson y Mina fueron titulares y jugaron los 122 minutos que duró el compromiso, James Rodríguez no estuvo en el campo.
El partido fue todo un carrusel de goles, en el que el Tottenham empezó ganando y el Everton dio la vuelta hasta el 3-1 en la primera parte, los 'Spurs', lograron empatar y el Everton cogió dos veces más la ventaja para acabar llevándose el duelo en la prórroga.
Los dirigidos por José Mourinho empezaron celebrando cuando el colombiano Davinson Sánchez adelantó a los suyos con un gol de cabeza tras un córner, a los tres minutos del juego.
Pero Everton remontó rápidamente. En dos minutos, Dominic Calvert-Lewin aprovechó una mala salida de balón y una mala parada de Hugo Lloris para empatar y Richarlison hizo el 2-1 con un disparo desde la frontal, a los minutos 36 y 38.
Un penalti cometido por Pierre-Emile Hojbjerg y convertido por Gylfi Sigurdsson daba el 3-1 a los de Carlo Ancelotti, a los 45 minutos del compromiso.
Erik Lamela recortó antes del descanso (45+3) y dejó el encuentro vivo para la segunda parte.
Fue en el segundo tiempo, cuando volvió a aparecer Davinson en un córner para empujar un cabezazo de Hojbjerg y el Tottenham recuperó la desventaja a los 57’.
Pero los problemas en defensa de los 'Spurs' continuaban y una internada de Richarlison, con un disparo sin ángulo, pusieron el 4-3 a 20 minutos del final.x
Tuvo que tirar Mourinho de Harry Kane, que estaba en la banca de suplentes, para volver a nivelar la balanza y el inglés lo logró en el 82 al rematar en plancha un envío de Heung-min Son.
Con el encuentro en la prórroga con un precioso 4-4 en el marcador, Sigurdsson se inventó un pase desde la frontal por encima de toda la defensa para que Bernard fusilara a Lloris, a los 97’.
Hacía tanto frío en Liverpool que Carlo Ancelotti ni celebraba el tanto y se dedicaba a soplar el café para intentar mínimamente calentarse.
Ese último zarpazo de Bernard fue suficiente para que el Everton se meta en cuartos de final de la competición copera y sigan con posibilidades de lograr su primer título desde que en 1995 se hicieron con la Community Shield.