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El ritual de llenar el álbum de la Copa América sigue vigente

A raíz del lanzamiento del coleccionable de Panini, hacemos un recorrido por esta afición de muchos.

  • Los álbumes de fútbol han sido una tradición en el mundo antes de eventos importantes como mundiales o copas América . FOTO Colprensa
    Los álbumes de fútbol han sido una tradición en el mundo antes de eventos importantes como mundiales o copas América . FOTO Colprensa
01 de mayo de 2021
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Comprar el álbum y llenarlo es una tradición que ha pasado de generación en generación antes de un evento de fútbol, como las copas América y los Mundiales. Sin embargo, hoy en época de pandemia la forma de hacerlo ha cambiado.

La situación hace imposible reunirse con los amigos y cambiar láminas repetidas como se hace usualmente, pero las compañías que comercializan este coleccionable, como Panini, decidieron darle buen uso a esas imágenes repetidas y en el álbum que lanzaron el pasado 25 de abril guardaron una sección para armar un equipo ideal con esas fichas repetidas.

El lanzamiento de Panini de inmediato despertó la goma de los más futboleros que sacaron sus ahorros para comprar la edición de tapa dura limitada que cuesta $29.500 o la común, de tapa blanda de $7.500.

Ante la restricciones de movilidad que hay, la mayoría acudió a las plataformas de domicilio para que les llevaran el álbum a las puertas de su casa, lo que no permitió el habitual ritual de irlo a comprar, después adquirir las láminas y cambiar con los demás en los mismos puntos de compra.

Esta situación lleva a la reinvención y por eso la gerente de marca de Panini, Lina María Bolívar, indica que durante el último año el mundo atravesó cambios y nuevos retos económicos, sociales y culturales. “Es por eso que hay que reconstruir espacios de valor en familia y amigos perdidos por las tendencias de las redes sociales y tecnologías inmersas en el hogar, que aunque no son negativas, han alejado a muchas familias”.

Y es que durante 6 décadas, niños, adultos y amantes de los álbumes de Panini han sentido emoción al destapar cada uno de los sobres que contienen las anheladas láminas, las cuales hacen parte del objetivo de llenarlo completamente.

Los coleccionistas

Los que más esperan ansiosos cada evento para la salida del preciado artículo son los coleccionistas y en Colombia hay varios que tienen una historia por contar.

Por ejemplo, Juan Guillermo Ruiz es uno de los principales coleccionistas de álbumes en Colombia.

“El primero que tuve fue el del Mundial de Chile 62, pero el más preciado es el de Italia 90. Me pareció muy especial porqué marcó el regreso de Colombia a los mundiales”.

Ruiz heredó esta fiebre de su padre y es tan meticuloso que hasta busca errores y se ha encontrado con varios curiosos.

“Por ejemplo, en el que tengo del Mundial de Argentina 1978 no sale Mario Kempes, quien fue el goleador de esa Copa Mundo, y a Enzo Trossero le pusieron el nombre de Quique Wolff”.

Los coleccionistas

Los que más esperan ansiosos cada evento para la salida del preciado artículo son los coleccionistas y en Colombia hay varios que tienen una historia por contar.

Por ejemplo, Juan Guillermo Ruiz es uno de los principales coleccionistas de álbumes en Colombia.

“El primero que tuve fue el del Mundial de Chile 62, pero el más preciado es el de Italia 90. Me pareció muy especial porqué marcó el regreso de Colombia a los mundiales”.

Ruiz heredó esta fiebre de su padre y es tan meticuloso que hasta busca errores y se ha encontrado con varios curiosos.

“Por ejemplo, en el que tengo del Mundial de Argentina 1978 no sale Mario Kempes, quien fue el goleador de esa Copa Mundo, y a Enzo Trossero le pusieron el nombre de Quique Wolff”.

Llenarlo es la recompensa

Dice que la lámina que más le costó conseguir fue la de Pelé en el álbum de México 70. “Ese lo terminé de llenar, 10 años después, en 1980 cuando por fin logré obtener esa escasa lámina”.

Cuenta que durante esta pandemia pasó de cambiar láminas en la esquina a buscarlas por internet. “He comprado muchos álbumes de esa forma, y he cambiado fichas con gente de Perú, Chile, México y Brasil”.

Indica que su gran satisfacción es siempre conseguir las últimas láminas que le falten y llegar a la casa y pegarlas y contar que llenó el álbum”.

Tiene 300 álbumes

Su historia es parecida a la de Alonso López, otro coleccionista que acumula 300 de estos textos ilustrativos.

“La mayoría son de Panini y recuerdo que mi mamá se sentaba conmigo con una caja completa a pegar las láminas, entonces fue así que me engomé. Ella me enseñó dónde iban los números y lo tomaba como una tarea escolar”.

Recuerda que el primer álbum que llenó fue el de Italia 90. “Fue un ejercicio de sentarme con mis amigos en el parque a completarlo”.

Hoy, le transmite esa pasión a su hijo de 6 años. “Me siento con él y llenamos los que le gustan. Cada que va a salir un álbum tenemos una gran expectativa. Revisamos en qué cambian, si tiene un diseño mejor o si trae un contenido diferenciador, si las láminas son de otro material y otras cosas”.

Manifiesta que los álbumes de Copa América son más fáciles de llenar que los de los mundiales.

“No hay figuritas difíciles de conseguir y son menos equipos, en cambio en otros hay unas que no se consiguen. Uno se da cuenta que hay láminas difíciles cuando a otro coleccionista le falta la misma que a uno”.

Sueños por cumplir

César Jiménez es otro afiebrado por este pasatiempo y, aunque tiene menos ejemplares que los mencionados anteriormente su pasión es similar. “Tengo la colección desde el Mundial del 78 y de todas las copas América desde esa fecha”.

Su afición también la heredó. “El que empezó llenándolos fue mi papá. Él, a través de cada competición, iba consiguiendo los álbumes y mi hermano mayor y yo le heredamos ese gusto desde Estados Unidos 1994. Mi lámina favorita de esa edición es la de Andrés Escobar, por lo que significó su muerte para el país. Él se convirtió en un símbolo y cada que abro la página de la Selección Colombia verlo a él me trae recuerdos”.

César dice que su sueño es estar en un Mundial y presenciar una final. “A quién no le gustaría estar, pero una cosa es llenar un álbum y otra tener la solvencia económica necesaria para ir al evento”.

También está triste porque no podrá estar en ninguno de los partidos de la próxima Copa América, que se jugará sin público.

El barranquillero Andrés Felipe Salebe ha llevado a plasmar su amor por la Selección en estas publicaciones. “Me considero un entusiasta del fútbol y coleccionista”.

Revela que el momento más emotivo para él fue haber llenado los álbumes de Brasil 2014 y Rusia 2018.

“Considero que es una pasión muy especial, porque en ellos veo plasmada un pedazo de historia. Ahí he aprendido las selecciones que entran a los mundiales, a cuáles eliminaron. Debo decir que son una especie de enciclopedia y es muy agradable tomarse un día para mirarlos y analizarlos”.

En fin, el ritual de los álbumes se mantiene y ni la pandemia puede con ellos.

369
láminas, en total, trae la edición del álbum de Panini de la Copa América.
2.500
pesos cuesta cada sobre que contiene 5 láminas; la caja de 50 sobres vale $125 mil.
El empleo que busca está a un clic

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