Vuelve a batir en un gran escenario a Sabalenka, a la que ya derrotó en la final de su primer título de Grand Slam, en el US Open de 2023.
La jugadora de 21 años sucede en el palmarés a la polaca Iga Swiatek, ganadora de las últimas tres ediciones -para un total de cuatro-, eliminada en semifinales por Sabalenka.
La bielorrusa, indiscutible número 1 del mundo desde el año pasado, suma una segunda decepción consecutiva en los Grand Slams, tras caer a principios de año en el Abierto de Australia, donde había ganado en 2023 y 2024, frente a la también estadounidense Madison Keys.
¿Cómo fue el partido?
En una Philippe Chatrier desapacible, cubierta de nubes y con rachas de viento, el primer set fue un carrusel de idas y venidas al que Sabalenka consiguió sobrevivir en un ‘tie-break’ que comenzó perdiendo 3-0.
Antes, cuatro roturas por cabeza en un partido que había comenzado con un 4-1 en 15 minutos para Sabalenka, intimidante con la raqueta y con sus gritos. Entonces parecía que la final sería un mónologo muy corto.
A Gauff le costó despertar su tenis. Pero la estadounidense, niña prodigio que alcanzó la cuarta ronda de Wimbledon con 15 años en 2019, es una jugadora madura, finalista en Roland Garros hace tres años ante Swiatek.
A sus 21 años atesora la experiencia necesaria para no derrumbarse y remar hasta encontrar su ritmo. Devolvió el doble ‘break’ e igualó 4-4. La bielorrusa, que había empezado como un cohete, entró en el terreno de las dudas, del que ya no salió. Había partido y guerra de nervios, con 1-0 para Sabalenka tras una hora y 18 minutos de juego.
En la primera final de un Grand Slam entre la número 1 y la 2 desde 2018, Gauff no acusó un golpe y firmó idéntico arranque al de su oponente en el primer set: 4-1 con doble rotura.
Con un juego dinámico, consistente y gran repliegue físico frente a los palos de su rival, Gauff igualó el duelo en 36 minutos. Definitivamente había tomado el ascendente.
Las espadas estaban en todo lo alto para la manga decisiva en un duelo de rachas, con dos tenistas cuyas series de errores no forzados -70 para Sabalenka- a veces inexplicables servían para meter a la rival en el partido.
El final fue digno de una película de suspense. Gauff amagó con levantar los brazos para cantar victoria pero la bola de Sabalenka se fue a la línea. A la segunda fue la vencida: La estadounidense se abrazó a su rival y se arrodilló en la tierra batida parisina. Roland Garros tiene nueva campeona.