¿Qué sucede con la logística de la edición 72 de la Vuelta a Colombia?
Tras tres días de carrera, los accidentes en los que se han visto involucrados ciclistas, aficionados y personal que hace parte de la caravana del certamen del pedal, como aconteció esta vez con la reportera del equipo Supergiros de Manizales, la exciclista Claudia Roncancio, han generado polémica y críticas.
Ayer, Luis Carlos Chía (Supergiros) terminó con sentimientos encontrados después del final de la jornada en Montería.
Chía consiguió su segundo triunfo en la competencia, defendió el liderato pero después de cruzar la meta, debido a la velocidad en la que iba y en un desenlace caótico, producto de la lluvia que le impedía a los corredores tener un mejor enfoque del panorama, atropelló a su esposa, Claudia Roncancio, quien cerca de la meta, se encontraba capturando con una cámara el momento de la llegada de la fracción que tuvo un recorrido de 116,9 kilómetros desde Sincelejo.
La acción causó tanto malestar, que hasta el campeón del Tour de Francia-2019 y del Giro de Italia-2021, se pronunció al respecto.
“Es una Vuelta a Colombia, los ciclistas literalmente arriesgamos nuestras vidas por dar espectáculo, pero se debe garantizar la seguridad de cada uno”, escribió Bernal, a través de su cuenta de Twitter, haciéndole un llamado de mayor responsabilidad a la organización de la prueba.
El sábado, en la segunda etapa que finalizó en Sincelejo, ya se había presentado una imprudencia de un aficionado, quien alentaba con un tubo de cartón al pelotón, pero este se le cayó y provocó una masiva caída.
Entre los afectados de este episodio a falta de 10 kilómetros para el final en Sincelejo estuvieron Sebastián Castaño y Marco Suesca, del equipo Orgullo Paisa.
“Lastimosamente fui uno de los damnificados de la caída debido a un espectador en la carrera. Les envió un mensaje a todas las personas que salen a animarnos para que lo hagan con mucho respeto. Gracias a Dios esto no pasó a mayores, aún estamos en la prueba pero tenemos que cuidar la integridad del deportista. Los invito para que tengan un buen comportamiento”, dijo Castaño, a quien se le vía el pómulo izquierdo afectado tras el golpe recibido.
Entre tanto, en la situación de Chía, todo quedó en solo un susto, más allá de que su esposa quedara inconsciente por algunos segundos, luego estaba estable y estaba en observación médica para descartar algún problema posterior tras recibir el fuerte impacto en la cabeza. A la vez, su esposo subió a la tarima a exhibir por tercer día seguido la camisa amarilla de líder.
Mauricio Vargas, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, lamentó lo sucedió, y también subrayó que la logística de la Vuelta, como ha sido en otros grandes eventos, está perfecta.
“Dígame, ¿qué podemos hacer ante la imprudencia de otros actores? La gente crítica sin saber, pero contamos con buena cantidad de vallas de protección para los corredores. ¿Qué podemos hacer si alguien se le atraviesa a un pedalista? Así sucedió con la esposa de Chía, quien producto de la emoción, se lanzó a su esposo sin medir distancia. Hay muchas cosas que no se pueden controlar, repito, por la imprudencia”.