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Cuando se le pregunta a Rigoberto Urán (EF Education) cuál puede ser el posible podio del próximo Tour de Francia, de inmediato hace un gesto de vacilación y después, con su habitual humor, responde.
“¡Huy hermano!, eso va a estar tan duro que ni sé que responderle, es que van a estar los mejores, lo importante es que quede en medio de los rivales que sean” (1°).
En 2017, luego de dos años de sequía en triunfos, Rigo llegó a la ronda francesa con bajo perfil y al final terminó subcampeón. Ese privilegio, además de otros importantes resultados en los últimos 11 meses, lo ubican esta vez en la lista de favoritos al título.
En la mañana de ayer, antes de partir en la noche a suelo europeo y en charla con la prensa, Rigo delataba optimismo y seguridad.
El dos veces subcampeón del Giro (2013 y 2014) asegura que afrontará el Tour (inicia el 7 de julio) con ilusión, y aunque la palabra obsesión no la tiene presente, sí confiesa que siente responsabilidad y presión de hacer un buen papel.
“Era normal que no me tuvieran como favorito porque venía de dos temporadas regulares. Claro que tengo presión, pues sin esta no hay motivación y es difícil lograr buenos resultados. Tengo presión del equipo, de los aficionados, de la prensa y hasta de parte mía”, expresa el paisa, al confirmar que estará en la Vuelta a España en agosto y luego retornará para celebrar, con los ciclistas aficionados el Giro de Rigo, en noviembre entre Guatapé, San Rafael y San Carlos.
Urán indica que el Tour estará ahora más abierto, sobre todo porque los elencos serán ahora de ocho pedalistas y no de nueve. “Esto hace más difícil que un equipo controle la carrera como lo hacía antes el Sky y ayuda a que haya más posibilidades para los demás”.
No le cabe duda que los favoritos al triunfo serán Chris Froome (Sky), Tom Dumoulin (Sunweb), pese a que vienen de ser primero y segundo en el Giro, así como Nairo Quintana (Movistar), Vincenzo Nibali (Bahrain), Romain Bardet (Ag2r) y Richie Porte (BMC). “Con tal de que el podio quede en la mitad de alguno de ellos, todo está bien”, reitera el colombiano, quien está tranquilo por la preparación que tuvo en Colombia, al estar rodeado de sus seres queridos y por el tema de la altura en el Oriente antioqueño.