José Tito Hernández ha sonado tanto en el ciclismo colombiano en la última década, que muchos se sorprenden cuando se enteran que apenas tiene 25 años de edad.
Desde que era juvenil, sus resonantes títulos lo perfilaron como otra de las posibles figuras del pedalismo nacional en Europa.
En 2010, el nacido en el municipio de El Carmen de Viboral fue campeón de la Vuelta del Futuro y dos años más tarde se impuso en el Tour del Porvenir. Esa temporada, pero en ciclomontañismo, ya había sido oro en el Panamericano en México y en el Suramericano en Argentina.
Después, en 2015, logró dar el salto al ciclismo europeo con el equipo continental italiano GM Cycling, y aunque tuvo buenos resultados, al ser segundo en la Coppa della Pace o subcampeón de la montaña en el Tour de Eslovaquia, un año más tarde el corredor decidió retornar al pedalismo nacional.
Regresó al GW Shimano (2016), pasó luego al Orgullo Paisa (2018-2019) y ahora se toma un nuevo aire en el Team Medellín, con el que ya logró una conquista, el Gran Premio de la Patagonia, el pasado 15 de marzo, última carrera UCI antes de que se suspendiera el calendario debido a la crisis que se vive por el coronavirus.
Voces de aliento
De Hernández, que no celebraba desde agosto pasado, cuando ganó etapa en la Clásica de Marinilla, compañeros y superiores solo tienen palabras de elogio. “Es un gran corredor, por eso fue una de las prioridades del equipo para ficharlo esta temporada. Cualquier conjunto lo quisiera tener. Uno no sabe por qué no se le han dado las cosas para estar en un elenco grande de talla mundial, porque clase tiene, pero a veces las circunstancias llevan a que el destino no sea tan fácil para otros. Pero aún tiene oportunidad, y con más confianza lo puede lograr pues puede ser un líder y no un corredor del común”, manifiesta su jefe de filas, el español Óscar Sevilla.
En ese sentido, también se expresa José Julián “Chivo” Velásquez, director deportivo del Team Medellín. “Cuenta con las condiciones físicas para saltar al WorldTour. Le falta todavía seguir ganando en confianza. Lo primero que vi en él es que es una buena persona, algo fundamental en un deporte de equipo como este. Tiene responsabilidad, sacrificio por el prójimo. Es callado, pero al meterse en el cuento de la escuadra, se le nota feliz, armoniza con los demás, tanto corriendo como fuera de las carreras. Ese muchacho puede llegar muy lejos”.
Para Hernández, sentir ese arropo, es sinónimo de ilusión. “Que personas tan experimentadas hablen así de uno da motivación para seguir haciendo las cosas bien, para trabajar con mayor responsabilidad”, comenta el corredor, quien en el pasado llegó a tener ofertas del conjunto Astana.
“Con este cambio de equipo me he encontrado en un ambiente muy bueno, hay demasiada organización, y ese respaldo te permite estar alegre y tener confianza para luchar por tus objetivos. Ganar en Chile fue el fruto al esfuerzo, pero no solo individual sino grupal. Fue como una conquista para darme cuenta que sí puedo, como lo me han hecho entender los compañeros”.
Si bien en Colombia siguen saliendo grandes talentos, que vienen dando el salto al Viejo Continente antes de los 20 años, José Tito siente que a su edad aún puede estar en la máxima categoría del pedal. “Ese es mi anhelo, no me rindo, y más al saber que hay casos, como el de Janier Acevedo, que compitió allí después de los 28. Voy paso a paso, entrenando con ilusión, porque sé que con buenos resultados puedo lograr mis metas”.
Ahora, a la espera de que se reactive la temporada, Hernández se entrena con la ilusión de lograr cosas más grandes y quizá saltar a Europa.