Un equipo con 11 partidos de invicto en casa (10 triunfos y un empate) en la actual Liga Águila-1, que no haya recibido goles en esos duelos y que su rendimiento como anfitrión sea del 94 por ciento, tiene los méritos suficientes para ser finalista.
Esas cifras que presenta Atlético Nacional le dan la posibilidad de soñar con su estrella número 17 en Colombia, con la ventaja de terminar el campeonato en casa gracias los 46 puntos que lo ubican como el líder de la tabla de reclasificación.
En los dos juegos que le restan del torneo, el conjunto antioqueño buscará ratificar su favoritismo y, de paso, premiar a su afición que hasta el momento, según el estadígrafo Óscar Yamith Quiroz, registra un promedio de asistencia de 26.819 espectadores por compromiso.
Si bien el avance a la fase definitiva resultó dramática tras empatar 0-0 con Huila en los 90 minutos y vencer por 4-2 en la definición desde los 12 pasos, el técnico Jorge Almirón se mostró satisfecho, alegre y orgulloso con el desempeño de su elenco.
Señaló que, incluso, si el desenlace en la tanda de penaltis hubiese sido adverso, tendría la misma complacencia por lo que mostraron el sábado sus dirigidos en la cancha del Atanasio Girardot.
“Los resultados, a veces, no reflejan lo que se ve en el terreno. Este fue el mejor partido de Nacional por la cantidad de opciones que generó, por lo emocionante que fue y porque para definirlo de esta manera hay que tener categoría”, comentó el estratega argentino que en seis meses de vinculación con los verdes ya está en la final.
Al considerar al arquero Geovanni Banguera como la figura del encuentro (de su elenco resaltó a Steven Lucumí), Almirón reiteró que su equipo mereció ganar en el tiempo reglamentario.