El fútbol de Nacional se nota más fluido después de 21 partidos dirigidos por el técnico Juan Manuel Lillo y parte de esa mejora es las sociedades que ha encontrado en cada una de las líneas.
Es una realidad en el fútbol que los equipos se conforman con pequeñas sociedad. Sin embargo, para Lillo entre más grande sea la sociedad, mejor.
Por eso, en cada línea intenta tener tríos que sostengan la pelota. En defensa encontró solidez, complemento, “compinche ría” y liderazgo con Carlos Cuesta, Felipe Aguilar y Alexis Henríquez.
“Carlos (Cuesta) está joven pero juega como un veterano, y es muy abierto a los consejos. Felipe es un muchacho maduro, con presencia, fuerte en el mano a mano y siempre atento, para mí es excelente compartir la defensa con ellos”, aseguró el capitán Alexis Henríquez.
En la zona de volantes encontró los hombres que le brindan posesión de balón, estilo de juego, talento, oportunidades de gol y despliegue físico con Aldo Leao Ramírez, Juan Pablo Nieto y Macnelly Torres. “El fútbol se hace fácil con Aldo y Mac al lado de uno. Todos los días les aprendo cosas y los conozco más en la cancha. Tienen mucha calidad y la ponen al servicio del equipo”, dijo Nieto, el más joven de los tres. El cuarto hombre que el técnico español maneja en el mediocampo lo rota entre Diego Arias, Raúl Loaiza, Edwin Valencia, y Gorka Elustondo. Pero la generación de juego nace del trío Aldo, Nieto y Macnelly.
En la zona de ataque están los que desequilibran, los del vértigo, la gambeta y el gol. El tridente ofensivo está conformado por Jeison Lucumí, Andrés Rentería y Dayro Moreno.
“El profe me da libertad para moverme por todo el frente de ataque, y lo mismo pasa con Dayro y Andrés, nos pide mucha movilidad, y que entre más sorpresa generemos en ataque más confundido va a estar el rival”, revela Lucumí, quien llegó como refuerzo este semestre y ha cumplido, hasta ahora, con su habilidad.
Andrés Rentería tuvo algunos minutos en el proceso del técnico Juan Carlos Osorio y de ahí se fue para el fútbol de México. Este semestre regresó a Nacional más maduro, con la habilidad y la potencia intactas y ha sido desequilibrio para el conjunto verde.
“Volver para mí fue una gran satisfacción, porque siempre he querido triunfar acá y no lo dude cuando me hicieron la propuesta de regresar. Hay un gran equipo y cada vez nos sentimos mejor en la cancha. Tengo la tranquilidad que cuando envío un balón al área está un jugador como Dayro que no te perdona. Tenemos variantes en ataque y eso es fundamental”, dijo Rentería.
Dayro, por su parte, está a la espera de que Nacional haga uso de la opción de compra que vence en diciembre y por eso en cada partido quiere convencer aún más a los directivos con goles.
Por ahora, Lillo disfruta de sus tridentes.