Entre las frases más recordadas de la historia del cine, el filme Casablanca (1942) tiene varias de postal: “El mundo se desmorona y nosotros enamorados”, “Siempre nos quedará París”. Y con la que termina, “Este es el comienzo de una gran amistad”.
Los largometrajes sobre grandes amigos son más comunes de lo que se cree. Señala Wilson Montoya, director del cineclub Pulp Movies, que desde Laurel y Hardy o el Gordo y el Flaco, hasta la ganadora del Óscar a Mejor película, Green Book (2019), siguen “una lógica dramática de primero repelerse por cualquier tipo de condición aparentemente antagónica: racial, social, de género, económica y hasta ideológica, para luego conocerse superando los prejuicios y finalmente volverse inseparables”.
Su selección (El odio, Adam y Paul) recuerda alternativas de otras latitudes que “no recurren a la plantilla y al famoso efecto moraleja”.
Junto las suyas, hay otras cuatro películas recomendadas por los docentes y críticos de cine Fernando Arenas y Marta Ligia Parra, quienes reiteran esa relación entre amistad y celuloide, una que es sin fin.