En el marco del Día Mundial de la Diabetes cabe recordar que los animales, al igual que los humanos, pueden verse afectados por esta enfermedad no transmisible, pues existen registros de que tanto los perros como los gatos empiezan a padecerla a partir de sus primeros cinco años de vida.
Sin embargo, que la padezcan no quiere decir necesariamente que tengan una vida miserable o que estén destinados a morir en un periodo corto de tiempo. “Hoy en día existen opciones de tratamiento que permiten que las mascotas lleven una vida plena y saludable. La diabetes mellitus es un trastorno endocrino que disminuye la producción de insulina en la sangre, afectando aproximadamente a 5 de cada 1000 perros y 3 de cada 1000 gatos”.
Aunque sí es cierto que los individuos con un mayor riesgo de desarrollarla suelen llevar un estilo de vida inactivo, careciendo de ejercicio regular y siguiendo una dieta deficiente, lo cual, según explica Gabriel García, Gerente Técnico de la Unidad de Animales de Compañía en MSD Salud Animal son factores que desencadenan un desajuste en los niveles de glucosa e insulina en las mascotas, aumentando su probabilidad de desarrollar diabetes mellitus.
“En Colombia, donde aproximadamente el 43% de los hogares tienen al menos una mascota, es esencial estar conscientes de que la diabetes es una enfermedad crónica en constante aumento. Brindar atención especial a los animales de edad avanzada, es decir, aquellos que superan los 10 años de vida, es crucial, aunque también es posible que esta afección se manifieste en animales jóvenes”, comenta Gabriel.
A pesar de que la diabetes no presenta síntomas físicos notorios a simple vista, es importante conocer los signos de la enfermedad. MSD Salud Animal en Colombia comparte estos signos, a propósito del día, para ayudar a los responsables a identificar la enfermedad a tiempo y buscar la atención de un Médico Veterinario:
Come mucho: aunque su organismo tiene el azúcar suficiente para generar la energía que necesita, las células no la detectan y, por ello, los animales de compañía requieren más alimento. A este efecto se le conoce como polifagia.
Orina mucho y toma mucha agua: la diabetes provoca un aumento en la cantidad de agua que se consume (conocida como polidipsia) y la frecuencia de la orina (conocida como poliuria). Esto sucede porque el azúcar se elimina a través de la orina llevándose también el agua del cuerpo, por lo que un perro o gato con esta condición pueden presentar sed excesiva conduciendo a que tomen más agua de lo habitual.
Pérdida de peso: en general, con la presencia de la diabetes, nuestra mascota puede bajar de peso sin razón aparente y de forma rápida, aun cuando esté consumiendo igual o más cantidad de alimento de lo habitual. Esto sucede porque se pierden proteínas de los músculos para la síntesis de la glucosa. Otras mascotas, por el contrario, tienden a ganar peso debido a la alta ingesta calórica ocasionada por la polifagia.
La buena noticia es que los avances en la investigación de medicamentos ofrecen esperanza tanto para las mascotas que sufren de diabetes como para sus familias, permitiendo mejorar la calidad de vida de los animales a través de una atención cuidadosa y de tratamientos efectivos y seguros que mantengan un control sostenido de los niveles de insulina.
Pero para llegar a esos tratamientos es fundamental que los tutores programen visitas regulares con los especialista de su mascota y así detectar a tiempo la diabetes y otras enfermedades que puedan alterar su calidad de vida. “Los perros y gatos diagnosticados con diabetes pueden llevar una vida saludable y plena siguiendo un tratamiento integral prescrito por un médico veterinario. Esto debe incluir una dieta balanceada adaptada a la raza de la mascota, una rutina de actividad física establecida y la administración de insulina de uso veterinario”, concluye Gabriel.