María Callas nació en Nueva York en 1923. Su origen era griego, de ahí su nombre completo: María Anna Cecilia Sofía Kalogeropoulos, pero el mundo la conoció como María Callas, a secas y como una de las sopranos más relevantes del siglo XX.
La cantante de ópera cosechó elogios de la crítica y fama internacional, y desde sus modestas circunstancias llegó a honrar, en los años 50 y 60, los escenarios de los teatros de ópera más ilustres del mundo. “Fue un aclamado icono conocido como ‘La Callas’ o ‘La Divina’, venerada por su asombrosa potencia vocal, su agilidad técnica y la increíble pasión que ponía en cada papel”, cuenta la reseña de la película que se estrena en Colombia este jueves 13 de marzo y que es protagonizada por Angelina Jolie.
La vida de la cantante de ópera María Callas
A los 13 años Callas se mudó a Atenas, Grecia, con su madre y hermana, tras el divorcio de sus padres y se matriculó en el Conservatorio de Atenas como soprano bajo la tutela de la cantante de ópera Elvira de Hidalgo. “A los 17 años debutó profesionalmente con un modesto papel en la producción de la Ópera Real de Atenas de Boccaccio, de Franz von Suppé”, detalla la producción de la película.
Tuvo que pasar un año para que Callas consiguiera el papel principal en la producción de la compañía de Tosca de Puccini, en la que interpretó a una prima donna romana del siglo XIX que termina muriendo de manera trágica a causa de las manipulaciones de un hombre poderoso que la desea. Fue un papel con el que Callas estaría muy vinculada a lo largo de su carrera.
Le puede interesar: Película colombiana Semilla del desierto gana prestigioso premio en Rusia
Callas volvió a Nueva York y audicionó en la prestigiosa Metropolitan Opera de Nueva York, donde le ofrecieron un contrato para interpretar papeles secundarios. “Rechazó la oferta por considerarla indigna y se trasladó a Italia, donde protagonizó La Gioconda en 1947, en la Arena de Verona. Allí conoció a su marido, el rico industrial Giovanni Meneghini. La pareja se casó en 1949, y Meneghini se hizo cargo de los negocios de la cantante como representante de Callas. El mismo año de su gran actuación en La Fenice de Venecia como Elvira en Il Puritani”.
A medida que Callas viajaba por el mundo, su reputación e importancia crecían con cada actuación y se convirtió en una pionera en muchos asuntos, como cuando en 1956 y tras su participación en varias obras exitosas, cantó por fin en el Met de Nueva York con la ópera Norma y exigió un salario igual al de los cantantes masculinos y al del director Von Karajan, hecho que conmocionó al mundo de la música. “La exigencia de Callas generó controversia y pronto le pasó factura. Su voz comenzó a debilitarse cuando aún estaba en sus 30 y tantos años, cuando las sopranos suelen estar en la flor de la vida. Aunque todavía no está claro por qué la cantante empezó a perder la voz, muchos lo atribuyeron a la pérdida de peso, lo que generó muchas críticas. Las cancelaciones empezaron a ser cada vez más frecuentes, ya que la estrella se encontraba demasiado enferma para actuar, lo que aumentó las críticas aún más. Sin embargo, cada vez que subió al escenario siguió ofreciendo actuaciones magníficas hasta su retiro oficial en los años sesenta”.
Una de sus frases era: “Siempre seré tan difícil como sea necesario para lograr ser la mejor”.
La película sobre María Callas
Pablo Larraín venía de hacer dos obras cinematográficas sobre grandes mujeres: Jackie y Spencer, las cintas que narraban una parte de la vida de Jackie Kennedy Onassis y Diana de Gales.
“Después de hacer Jackie y Spencer, me pareció el final adecuado para este proceso de estas tres películas. Además, es mi primera película sobre un artista, y crea una dinámica diferente para mí en lo personal en cuanto al modo de conectar con el personaje y la historia”, contó en las notas de producción.
El guion de la película recayó en Steven Knight, la cabeza de la serie Peaky Blinders o de cintas como Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba.
Le puede interesar: “Perdí el papel y tocó improvisar”: director de Aún estoy aquí, Walter Salles, cuenta lo que pasó al ganar el Óscar
Para Angelina Jolie la presencia de Larraín y de Knight fue fundamental para aceptar el papel de Callas: “Fue una alegría para mí que un cineasta tan serio me contactara para hacer un trabajo tan importante, que esperara mucho de mí y planteara un desafío en mí. Esto no sucede a menudo. No sólo se trataba de una oportunidad de contar la historia de María Callas, una mujer que me resulta interesante y por la que me intereso, sino también de trabajar con un director que me iba a hacer vivir una experiencia, que se toma el trabajo muy en serio y que es exigente. Me gusta que haya sido exigente conmigo. También soy una gran admiradora del trabajo del guionista Steven Knight; acá hay un guion y una construcción muy inusuales”, detalló.
La cinta implicó un reto adicional, el hecho de que Angelina aprendiera a cantar para usar su voz en la mayoría de la cinta, también se usó la de Callas, pero la idea de Larraín implicó todo un reto. “Hay momentos en la película en los que oyes a Maria Callas en su mejor momento, en los que la mayor parte de lo que oyes es Callas, pero siempre hay un fragmento de Angelina. Y a veces hay más de Angelina que de Callas. Es una pista multicapa que tiene diferentes voces. Así que Angelina tuvo que meterse de lleno, no sólo para que la película alcanzara un mejor resultado en términos de ilusión, sino también para crear el proceso adecuado para ella como actriz”.
Para Angelina la preparación fue intensa: “Empecé a tomar clases seis o siete meses antes de que él quisiera que yo cantara de verdad, que tomara clases de italiano, que entendiera y estudiara ópera, que me sumergiera por completo y que empezara a trabajar, que para María no había otra manera (...) Se trataba de entender a María Callas y de ser capaz de interpretar el personaje. La música era su vida. Su relación con su voz y su cuerpo, su habilidad para cantar, su presencia en el escenario y su comunicación con el público, era su vida. Además, era la clave para entrar en ella”.
Los últimos años de María Callas
“A los 41 años, Callas hizo su última aparición operística el 5 de julio de 1965, protagonizando Tosca en el Covent Garden de Londres. Tras separarse de su marido en 1959, inició una tórrida relación amorosa con el magnate naviero Aristóteles Onassis, que se convirtió en objeto de gran fascinación pública, al igual que su condición de icono de la moda. Continuó dando conciertos, protagonizó la película Medea (1969), de Pier Paolo Pasolini, y dio clases magistrales en la Juilliard School, antes de trasladarse a París a mediados de los años setenta y desaparecer de la escena”, cuenta la biografía de la cantante.
María Callas murió el 16 de septiembre de 1977 a los 53 años de un repentino ataque al corazón.
La película, dirigida por el chileno Pablo Larraín, no explora los primeros años de la artista, sino los últimos: “Maria Callas cantó toda su vida para el público, para los demás. Por otro lado, su vida personal siempre estuvo ligada a sus relaciones. Siempre estaba tratando de complacer a alguien, a una relación, a un familiar o a un amigo. Y ahora, en esta película, al final de su vida, ella decide hacerlo para sí misma. Va a intentar cantar para sí misma. Por lo tanto, esta película se centra en alguien que está buscando encontrar su propia voz y descubrir su propia identidad. Esta película celebra su vida”, concluyó el director.
