Colombia

Versión de “Timochenko”, entre el simbolismo y la responsabilidad

Es el primer exguerrillero en entregar su declaración voluntaria. Ya 47 militares lo han hecho.

Con una camiseta con la que pedía la liberación de “Simón Trinidad”, Rodrigo Londoño entregó la primera versión voluntaria de un miembro de las Farc ante la JEP. FOTO @TimoFarc

Olga Patricia Rendón Marulanda

15 de febrero de 2019

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Por primera vez Rodrigo Londoño Echeverri, quien durante 40 años de guerra fue conocido como “Timochenko”, declaró ante la justicia colombiana.

Lo hizo en el caso 001, sobre secuestros, abierto por la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP. En la sala solo estaban los magistrados de la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, la representante de la Procuraduría, Mónica Cifuentes, y sus dos abogados defensores. La puerta estuvo herméticamente cerrada, no estuvieron las víctimas, pero allí se empezó a construir la verdad judicial de lo que hicieron las Farc en sus años de existencia.

Esta versión voluntaria tiene dos miradas, según Álvaro Villarraga, director de Acuerdos de Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica. La primera tiene que ver con lo simbólico que, según él, muestra una contundente respuesta de las Farc ante la justicia. Y la segunda, representa “entregarle al país las prácticas violatorias al Derecho Internacional Humanitario (DIH) en que incurrió la guerrilla”.

Pesa sobre Timochenko

La Sala de Reconocimiento priorizó las retenciones ilegales como el primer caso de la JEP, basada en dos informes de la Fiscalía, dos del Centro Nacional de Memoria Histórica, 312 sentencias por secuestro y una base de datos de la Fundación País Libre, con cerca de 220 casos de secuestrados de los que se desconoce su paradero.

Se espera que los 31 exmiembros del Estado Mayor entreguen su verdad sobre lo ocurrido respondiendo las preguntas de los magistrados, en relación con la adopción de la decisión de secuestrar civiles y militares por parte de la insurgencia, con qué objetivos, cuáles eran las órdenes que se impartían desde el Estado Mayor y el Secretariado y cómo se distribuían esas directrices en el resto de la estructura, cómo se definía a quién había que secuestrar y cómo se cobraba la entrega o se producía la liberación.

Las respuestas a esos interrogantes permitirán entender cómo fue el fenómeno de las retenciones en la guerrilla.

“Timochenko” aseguró en su cuenta de Twitter que comparecía con todo el compromiso de entregar la verdad.

Él tendrá que responder como máximo comandante de una organización acusada de cometer más de 9.400 secuestros, de los cuales, en 3.325 está confirmada su autoría.

Además, como comandante del Bloque Oriental, deberá reconocer que, entre 1988 y 1993, secuestró al menos a 122 personas. Como jefe del Bloque Magdalena Medio a más de 1.000, entre 1993 y 2011. En ese momento ascendió a la máxima posición dentro de la insurgencia, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.

Londoño está condenado por varios plagios por línea de mando, entre ellos el de “la Cacica” Consuelo Araújo, asesinada en cautiverio por las Farc.

“Casi todo lo que cuente Timochenko será por línea de mando. Los de la cúpula son responsables directos de muy pocos delitos, pero los ordenaron casi todos”, explicó Germán Valencia, experto en conflicto de la Universidad de Antioquia.

Él era el más longevo miembro del Secretariado, al que llegó en 1986, por lo que podrá aclarar las directrices de la insurgencia bajo el mandato de “Jacobo Arenas”, “Manuel Marulanda” y “Alfonso Cano”.

Villarraga advirtió que la misma dinámica de la guerra hizo que el Secretariado no se enterara de muchas cosas que ocurrían en la guerrilla, y los frentes tenían cierta autonomía para actuar, “pero sí existió una responsabilidad política, ya que fue directriz de la organización secuestrar civiles, lo que es una grave violación al DIH”.