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Las acciones delincuenciales contra la infraestructura petrolera en Colombia no paran. El pasado sábado Ecopetrol reportó un nuevo ataque, esta vez contra el Oleoducto Transandino, en la vereda San Francisco, del municipio de Ricaurte (Nariño), al sur del país.
La estatal petrolera manifestó que en lo corrido de este año se han registrado cinco ataques contra esta misma infraestructura, en los municipios de Mallama (tres) y Barbacoas (uno), zonas ubicadas en la frontera con Ecuador.
“Ecopetrol hace un llamado a la comunidad de la vereda San Francisco, en Ricaurte (Nariño), y aledaña al río Güiza, para que se abstenga de acercarse a la zona del atentado y de consumir o usar el agua de este afluente”, indicó la empresa en un comunicado de prensa publicado en sus redes sociales.
De igual manera, se conoció que solo en 2018 la compañía invirtió alrededor de 100 mil millones de pesos para reparar los ataques y contingencias que afectaron su infraestructura a través de ataques armados. El ataque, según las primeras versiones, apunta a que fue cometido por la guerrilla del Eln.
De acuerdo con Johana Andrea Velásquez, magíster en restauración de ecosistemas de la Universidad de Alcalá (España), “con una sola gota de petróleo que se derrame”, la afectación y contaminación es directa sobre el medio ambiente, en especial sí llega a alguna fuente hídrica, dijo la experta.