Las cifras históricas de incautaciones de droga que celebran en el Gobierno de Colombia no han sido suficientes para frenar la desbordada actividad de los narcotraficantes, y ahora el país produce el 71,84% de toda la cocaína que circula en el planeta. ¿A qué se debe esta situación?
El Reporte Mundial de Drogas 2025 de la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (Unodc), publicado este jueves, señaló que el mercado mundial de la cocaína alcanzó niveles récords.
Los datos, cuyo año de cierre es 2023, indicaron que se alcanzó una producción potencial anual de 3.708 toneladas métricas de cocaína de alta pureza, 34% más que en 2022. De ese total, Colombia aportó un potencial de 2.664 ton. (71.84%).
Los cultivos de hoja de coca llegaron a 376.784 hectáreas, repartidas de la siguiente manera: 253.000 en Colombia, 92.784 en Perú y 31.000 en Bolivia.
Y en cuanto al consumo, en el 2013 se documentaron 17 millones de personas que habían probado la cocaína, mientras que en 2023 hubo 25 millones.
En contraste, el Ministerio de Defensa de Colombia viene registrando récords de incautaciones de este alcaloide en los últimos tiempos: 659,1 toneladas decomisadas en 2022, 746,3 toneladas en 2023, 883,8 ton. en 2024 y 403,4 en los primeros cinco meses del presente año.
A pesar de todo, las cifras de incautaciones tan elevadas naufragan ante la enorme actividad de los narcos, pues no representan ni siquiera el 50% del potencial de producción anual (2.664 toneladas). Es decir, que la mayoría del estupefaciente se sigue exportando.
Hay zonas del país, como los departamentos de Nariño y Putumayo, en las que los cultivos producen seis cosechas de hoja de coca al año, un rendimiento muy superior al de otros productos agrícolas tradicionales, como el café (dos cosechas anuales) y el tomate (tres cosechas).
Esta alta productividad viene de la mano de la tecnificación del proceso, con inversiones de mafias extranjeras, como los carteles mexicanos y de Los Balcanes. Esto ha permitido, según expertos consultados por este diario, mejores procesos en la creación de solventes para la hoja de coca en refinerías clandestinas de hidrocarburos, así como la implementación de abonos orgánicos de mayor calidad en los laboratorios.
Una de las variedades con la que más están experimentando los narcos es la llamada coca “cuarentana”, una mata que da cosecha cada 40 o 45 días.
Las innovaciones en el proceso de producción derivaron en un mayor aprovechamiento de la hoja de coca, pues hace cinco años los traficantes fabricaban seis kilos de cocaína por cada hectárea de coca, mientras que en la actualidad producen ocho kilos con esa misma hectárea.
Tras conocer los resultados del Reporte Mundial de Drogas 2025, el presidente Gustavo Petro se pronunció durante un evento público en Ocaña, Norte de Santander. A su juicio, la causa del incremento del narcotráfico en el país se debe a la alta demanda en el exterior.
“¿Por qué no dice el informe que el incremento de la productividad de la hoja de coca en Colombia se debe a que los europeos duplicaron y triplicaron el consumo de cocaína?”, cuestionó.
Nada dijo de sus políticas de seguridad, como la “paz total”, que favorecieron la expansión territorial de los grupos armados ilegales, y con ello el auge de los narcocultivos en el campo; o de su decisión de no implementar la erradicación forzada, con la excusa de concentrar los esfuerzos de la Fuerza Pública en la interdicción de los cargamentos, lo cual claramente no ha funcionado.
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