Antes del plebiscito las Farc eran un actor político para el Gobierno y algunos partidos, pero con el triunfo del No lograron ese reconocimiento, al menos en teoría, de todas las fuerzas políticas, que ahora las ven como interlocutores válidos en la renegociación del acuerdo.
Un mes después del plebiscito esta guerrilla logró una favorabilidad entre los encuestados del 18 por ciento en el estudio Gallup, hecho por Invamer y publicado por EL COLOMBIANO la semana pasada.
Entre el 2000 y agosto de 2014 tuvieron como techo el 5 % en imagen positiva, con un promedio del 2 %. En diciembre del año paso y junio de este año lograron el 12 %. Según Martín Orozco, gerente de Invamer, si bien existen encuestas de décadas anteriores, es la favorabilidad más alta que las Farc han tenido en las mediciones existentes.
Al respecto Liliana Gómez, profesora de Comunicación Política de la Sergio Arboleda, dijo que antes del plebiscito las Farc eran vistos como delincuentes que negociaban con el Gobierno por fuera del país y el No los puso en un lugar importante en la agenda pública. “Las Farc se han mostrado dispuestas a escuchar a los actores del No, han respetado el cese el fuego y flexibilizado su posición, pero no van a ceder en justicia transicional y participación política. Si se firma el acuerdo final serán los beneficiados del No”.
Para Carlos Arias, docente de la Maestría en Comunicación Política del Externado, si bien es importante e histórico la baja en la desfavorabilidad, no puede establecerse como una tendencia que pueda aumentar en el corto plazo.
“La forma de aprovechar el fenómeno de su favorabilidad en el tiempo estaría en la coalición de fuerzas que pueda sumar con las facciones más radicales del Polo y el Progresismo. Las cifras representan leves cambios en la percepción guerrerista que en otros momentos reflejaron”.
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