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Los duros desencuentros en lo que se conoce como el centro político, muchos de ellos relacionados con el expresidente César Gaviria, terminaron siendo irreconciliables. Y el detonante, como lo anticipó EL COLOMBIANO, fue la tensa reunión que en la noche del lunes sostuvieron los miembros de la Coalición de la Esperanza y el precandidato Alejandro Gaviria.
La ruptura se hizo evidente después de que el exrector Gaviria publicara un comunicado, en el qie dijo que buscará conformar “un centro más amplio” que el que proponía la Coalición de la Esperanza, integrada por los también precandidatos Sergio Fajardo, Jorge Robledo, Juan Fernando Cristo, Humberto de la Calle y Juan Manuel Galán.
Gaviria aseguró que, pese a la voluntad de estos dos últimos, no encontró en los demás “ánimo de unión, ni siquiera para una consulta en marzo”.
Además, advirtió que “será siempre muy difícil unirse alrededor de una pretendida superioridad moral, de los señalamientos y las suspicacias”, e insistió en construir una alternativa política que se oponga tanto a la “agenda del Centro Democrático anclado en el pasado”, como a la “izquierda radical”.
Las rencillas entre Gaviria y algunos de los miembros de la Coalición de la Esperanza se habían hecho evidentes en el pasado. Tal vez uno de los más distantes con él es el senador del partido Dignidad, Jorge Enrique Robledo. Durante el Gobierno de Santos, Gaviria fue ministro de Salud y recibió una oposición férrea de Robledo, quien calificó su gestión en esa cartera ministerial como un “desastre”.
Por su parte, el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo fue crítico de la llegada a la Coalición de la Esperanza de Gaviria. Incluso, despertó una fuerte polémica cuando señaló que rechazaba de tajo “cualquier alianza con el Partido Liberal de César Gaviria”. Y le pidió a Alejandro que se desmarcara explícitamente de él, algo que hasta el momento no ha sucedido.
Para Antonio Sanguino, senador de Alianza Verde que han propuesto que su partido se una a la Coalición de la Esperanza, Gaviria y el resto de precandidatos de centro deberían ceder.
Sobre la Coalición de la Esperanza sostuvo que debían tener “ una actitud más abierta”. Y señaló que Alejandro Gaviria debe “clarificar mucho más su relación con el Partido Liberal y su silencio respecto a la operación que parece estar armando César Gaviria tras bambalinas”.
Con esto, Sanguino se refería a los acercamientos del expresidente con figuras que, como él, ya tienen un curtido historial político y una trayectoria ligada a sectores más tradicionales.
En efecto, después de que Gaviria publicara el video con el cual se desmarcó de la Coalición de la Esperanza, varios políticos de centroderecha comenzaron a coquetearle.
El exministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, quien es precandidato presidencial y está recogiendo firmas, fue uno de los primeros en reaccionar. En un comunicado invitó a Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez y Alejandro Gaviria a unirse en una alianza que denominó “la coalición de la experiencia”.
Sobre Gaviria, Echeverry le dijo a EL COLOMBIANO que lo considera su “amigo”. Y agregó: “No coincidimos en todo, pero sé que es un hombre honesto, imaginativo y propositivo”.
Aunque no mencionó ninguna de estas propuestas, el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez también se pronunció para promover la unidad de algunos precandidatos con “experiencia para liderar a Colombia”.
“La discusión en la calle hoy no es si se trata de la izquierda, la derecha o el centro”, aseguró Gutiérrez. “Todos los que tengamos el mismo propósito tenemos que trabajar unidos”. añadió.
Los caminos del centro
Las diferencias entre Gaviria y la Coalición de la Esperanza tuvieron sus primeros efectos. “Creo que a Fajardo le ha ido mejor en este momento, porque ha dicho cosas más concretas, ha rechazado a César Gaviria y al clientelismo”, dijo Jorge Iván Cuervo, profesor e investigador de la Facultad de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado.
Pero señaló que la ruptura entre la Coalición de la Esperanza y Gaviria afecta a ambas partes, pues deja al centro con varios candidatos que se pelean por los mismos votos.
Sin embargo, hay líderes políticos que no descartan lograr una unión de aquí a la primera vuelta presidencial.
“Cuando uno tiene como prioridad al país y convicciones ideológicas claras, logra ponerse de acuerdo sobre mínimos necesarios por medio de consensos”, aseguró en su cuenta de Twitter el senador Rodrigo Lara, quien además advirtió que desea ser precandidato presidencial del Nuevo Liberalismo, el partido de Juan Manuel Galán.
Por su parte, el senador Sanguino dijo que espera que no se trate de una ruptura definitiva y que se “subsanen” los desencuentros.
En todo caso, esto demuestra que el factor César Gaviria sigue dividiendo, pues en 2018 Fajardo declinó el unirse con De La Calle porque incluía la llegada del expresidente. Y ahora, cuatro años después la historia se repite.