“El presidente llegó con cara de preocupación y cansado”, dicen algunos asistentes a una reunión en la Casa de Nariño hace algunos días. Los funcionarios tuvieron que esperar varias horas hasta que el jefe de Estado llegó a un encuentro para hablar sobre la organización de la IV Cumbre CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y UE (Unión Europea) cuyo anfitrión este año es Colombia.
El evento tendrá como sede Santa Marta (Magdalena), será el 9 y 10 de noviembre y se espera la asistencia de varios jefes de Estado, sus delegaciones y otros invitados internacionales.
Según la Cancillería, este encuentro es “una oportunidad estratégica para traducir el diálogo político en resultados concretos”, el problema es que faltando pocas semanas hay problemas relacionados con la logística.
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Según dijo el propio presidente Petro en esa reunión en Presidencia, su homólogo, el presidente de Gobierno de España, Pedro Sánchez, lo tuvo que llamar para pedirle directamente que le enviaran la invitación formal a la Cumbre, pues no le había llegado. En palabras del mandatario colombiano, era urgente enviar la invitación y precisar otros detalles de las carteras involucradas en el evento, empezando por la propia Cancillería.
La situación no quedó allí porque otros funcionarios, con la condición de no ser citados, le dijeron a EL COLOMBIANO que a la fecha hay otros problemas de coordinación en carteras en las que hay funcionarios sin experiencia en estos asuntos. “Desprecian lo técnico y les gana la ideología”, dice uno de ellos.