Un menor de edad y un hombre de 28 años son las nuevas víctimas que dejan las minas antipersonal instaladas por los integrantes de grupos armados ilegales en varias regiones del país.
El primer caso se registró en la vereda El Piñal del municipio de Campamento, norte de Antioquia, donde un campesino de 28 años resultó herido tras activar uno de estos explosivos que al parecer fue instalado por miembros de las disidencias del frente 36 de las Farc.
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Sobre este hecho, el general Juan Carlos Ramírez, comandante de la Séptima División del Ejército, afirmó que detrás de este evento está el cabecilla de ese grupo armado, Ricardo Abel Ayala, alias Cabuyo. “Los cabecillas e integrantes de los grupos armados organizados que delinquen en el norte de Antioquia, recurren a acciones criminales demenciales para atentar contra las comunidades de la región”, dijo el oficial.
El otro caso ocurrió en zona rural del municipio Playa de Belén, región de Catatumbo, Norte de Santander. Allí las autoridades confirmaron que la víctima es un menor de edad quien activó de manera accidental una mina antipersonal.
“Presenta heridas en sus extremidades inferiores y su rostro. Esto se da luego de pisar un artefacto explosivo que habría sido instalado por estructuras armadas ilegales que delinquen en esa zona”, añadió el coronel Jhon Harvey Alzate Duque, comandante del Departamento de Policía Norte de Santander.
El menor fue trasladado a un centro asistencial del municipio de Ocaña.
