La infraestructura petrolera del país sigue siendo atractiva para los ilegales. Un nuevo caso se registró en la noche del pasado miércoles en la vereda Pozo 2, de Puerto Boyacá (Boyacá), donde, producto de la instalación de una válvula ilegal, se registró un nuevo derrame de petróleo.
La tubería, administrada por Oleoducto Central (Ocensa), fue rota en este punto, lo que produjo contaminación de una laguna y zonas verdes de la región a lo largo de al menos 300 metros cuadrados.
Camilo Altamar Giraldo, director de la Fundación ambiental Paugil, mostró su preocupación por la situación, dado que la contaminación se extendió “por un jagüey (zona boscosa) y un sector de humedales”.
Aunque Ocensa, en un comunicado que le envió a este diario, señala que fueron manos ilegales las que provocaron el derrame, Altamar Giraldo recuerda que hace un año, en el Cañón de La Cristalina, también hubo un derrame en una tubería de esta compañía, “pero allá fue por falta de mantenimiento”.
“Desde que llegamos al sitio, con el respaldo de la Fuerza Pública asegurando la zona, se iniciaron las labores de limpieza, recolección y alistamiento, para proceder a la reparación en condiciones óptimas de seguridad”.
Sobre el derrame, la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), informó que, junto a los organismos de control y Ocensa, “realizan las acciones para atender y superar la situación”.