En el vasto y exótico universo de los narcotraficantes extranjeros que se enriquecen con la cocaína colombiana, un nombre concentra actualmente el interés de las agencias de seguridad de nuestro país: Dritan Gjika.
Se trata de un albanés de 48 años, detenido la semana pasada en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, a quien el presidente Gustavo Petro referenció en un trino.
“Esto se llama la junta del narcotráfico, con sede en Abhu Dabi, controlan una red de fiscales y a través del CTI, el puerto de Buenaventura. Son autores del asesinato del fiscal paraguayo Pecci, y lograron encubrir los autores intelectuales del asesinato, en la fiscalía. Han buscado asesinarme sin éxito”, publicó el jefe de Estado, reposteando un artículo de la Fundación Insight Crime sobre Gjika y su entramado de empresas en Ecuador.
¿Pero quién es este personaje y qué relación tiene con Colombia?
El forastero se radicó en Ecuador en 2009, donde presuntamente comenzó a construir redes de narcotráfico, comprando cocaína en Colombia y exportándola por el puerto de Guayaquil a Europa.
Para tal fin, de acuerdo con investigaciones adelantadas por fiscales ecuatorianos, habría creado un entramado de más de 10 empresas, entre ellas comercializadoras, exportadoras y firmas de construcción.
Entre sus proveedores de droga han estado las Farc, la banda “la Constru” y la Junta Directiva del Narcotráfico, organizaciones ilícitas colombianas con acceso a la cocaína producida en Nariño, Putumayo y los Llanos Orientales.
Uno de sus socios en dicha operación fue el empresario ecuatoriano Rubén Cherres, involucrado en varios expedientes de corrupción política en el vecino país.
Una de las personas que denunció públicamente esta relación entre Gjika y Cherres fue el periodista y candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado por sicarios colombianos el 9 de agosto de 2023.
A Cherres lo mataron cinco meses antes, y su cadáver fue abandonado junto al de su novia, un amigo y un escolta en un paraje costero de la ciudad de Santa Elena.
Su socio albanés huyó de Ecuador ese mismo año, pasando por Turquía y Egipto, antes de entrar a los Emiratos, donde finalmente fue arrestado con una Circular Roja de Interpol, el pasado 26 de mayo.
Las autoridades presumen que Gjika coordinaba una red de narcotráfico del Cartel de los Balcanes, como se les conoce a una serie de grupos ilegales formados por mafiosos y exmilitares de la antigua Yugoslavia.
A juicio del presidente Petro, también sería socio de la Junta Directiva del Narcotráfico, una organización colombiana que él acusa de conspirar para asesinarlo.
Las respuestas a este señalamiento los tiene el propio Gjika, quien está en una celda esperando a que se decida a dónde lo van a extraditar primero. España y Ecuador están a la expectativa, ¿Colombia se pondrá en la fila?
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