La Procuraduría General de la Nación reveló detalles sobre uno de los casos más sonados de la Jurisdicción Especial para la Paz que tiene que ver con el subteniente Jesús Javier Suárez Caro, quien fue asesinado por sus propios compañeros para encubrir múltiples falsos positivos que se estaban cometiendo en Dabeiba, Antioquia.
Según el ente de control, el pelotón que Suárez comandaba no solo lo asesinó a él, sino que mató a todo aquel que conociera los detalles de los crímenes que estaban cometiendo para aparentar falsos resultados operacionales contra la guerrilla.
En un documento en el que la Procuraduría le pide a la JEP analizar ese “patrón macro criminal”, la entidad afirma que los militares también asesinaron de manera ilegal a tres ayudantes cavadores de las fosas del cementerio Las Mercedes de Dabeiba, un mototaxista conocido con el alias de “Bananas” y a la encargada de la morgue de ese municipio, Hermelinda Goez Guisao.
“La muerte del oficial Suárez Caro a manos de su propia tropa, según lo relatado en algunas versiones voluntarias y determinada por la propia Sala de Justicia, obedeció a la intención de ocultar la práctica ilegal de muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate al interior del BCG 79 y como muestra del ‘poder’ que se tenía para silenciar cualquier voz en contra de lo que se venía presentando al interior de la unidad militar”, detalló la Procuraduría.
Sumado a eso, el ente de control asegura que esos asesinatos representaron la manera de “ocultar la práctica ilegal y de castigar cualquier intento o manifestación de denuncio frente a los actos cometidos”.
Dicho eso, la Procuraduría le pide a la Jurisdicción Especial que revise su auto 01 del 11 de julio de 2022 –en el que detalla los falsos positivos cometidos en Dabeiba y aclara el asesinato de Jesús Javier Suárez Caro– y le pide que expida uno nuevo en el que analice la sistematicidad de esos hechos para establecer un nuevo patrón macrocriminal.
Si la JEP acepta esas consideraciones pasaría a evaluar si ese mismo patrón de asesinar a todo aquel que supiera de los delitos se dio en otros territorios o unidades militares.
Según dicho Auto de la JEP –revisado por EL COLOMBIANO– el subteniente Jesús Javier Suárez Caro, que para 2004 dirigía un pelotón contraguerrilla, ordenó y supervisó la ejecución de varios falsos positivos que le pedían sus superiores. Pese a eso, intentó denunciar los hechos y contar lo que estaba sucediendo.
Los comparecientes Alfonso Romero Buitrago, comandante de la compañía Brasil, Jaime Coral Trujillo, comandante del pelotón de seguridad España, y el soldado Levis de Jesús Contreras, afirman, sin lugar a duda, que el subteniente Suárez Caro murió a manos de las propias tropas del BCG 79 porque “no tenía la boca cerrada [y] quería salirse de eso”, afirmó la JEP.
Pese a que para la Jurisdicción es claro que ese homicidio se cometió a manos del Ejército para encubrir las ejecuciones extrajudiciales, la versión oficial de la institución sobre ese hecho era que Suárez Caro había sido ultimado por la entonces guerrilla de las Farc durante un combate.
Hasta ahora, la Jurisdicción Especial para la Paz ha identificado 6.402 falsos positivos en todo el país. Dada la cantidad de muertes y el patrón que identificaba dichos delitos, la Jurisdicción ha insistido que dicha práctica fue “sistemática y estructural” dentro de la institución.