La reforma tributaria aprobada en el Congreso dejó en firme que las bebidas azucaradas tengan un impuesto que crecerá según la cantidad de azúcar que tengan incluida.
Según la iniciativa, el impuesto se fijó para tener tarifas desde este año, y aumentará progresivamente en 2024 y 2025.
Frente a esto, la ciudadana Miryam Elfreide Anaya, presentó una demanda contra el tributo.
Así las cosas, luego de que este recurso le correspondiera por reparto al magistrado Alejandro Linares, este decidió declararse impedido para decidir sobre el caso porque padece diabetes.
En su defensa, el magistrado Linares presentó un documento de dos hojas en el que relata que padece desde 1977 diabetes mellitus tipo 1 (DM1), de modo que en cualquier pronunciamiento que haga sobre el tema del impuesto a bebidas azucaradas podría llegar a considerarse que existe un conflicto de intereses.
“Considero pertinente poner a consideración de la Sala Plena la antedicha situación para que determine, de acuerdo con su competencia, si el impedimento acá presentado resulta fundado, en tanto la circunstancia precedente podría enmarcarse en la causal de ‘tener interés en la decisión’”, explicó el magistrado a sus compañeros de corporación.
Ahora, bajo ese pronunciamiento, los demás togados de la Corte deberán determinar si padecer la enfermedad, en la que se recomienda no consumir azúcar, es motivo suficiente para que el magistrado se declare impedido de conocer el caso.