Por más de diez horas, una comisión de fiscales escuchó la declaración de Luis Eduardo López Rosero, quien hacía negocios con los carrotanques, en el marco de la investigación por corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo.
Según información conocida por EL COLOMBIANO, el hombre, también conocido como ‘el pastuso’, reveló que en total entregó al ex subdirector de la Unidad, Sneyder Pinilla, 7.200 millones de pesos para el pago de sobornos en el Congreso. Lo que llama la atención es que contrario a eso, Pinilla siempre ha dicho que fueron 4.000 millones, por lo que estarían en el aire unos 3.000 millones.
Como ya lo había informado este diario, Rosero aseguró ante el ente acusador que su empresa, Impoamericana Roger SAS, se quedó con el contrato por 46.800 millones de pesos para el suministro de carrotanques a la Gestión del Riesgo y que tendrían el fin único de repartir agua en La Guajira.
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De ese millonario contrato, Pinilla le reclamó el pago del 16 por ciento, según lo hablado previamente. Pero además, dijo Rosero, que en el plan para robarse la plata de los carrotanques, quedó establecido que en efecto, él presentaría a sus tres empresas para dar fachada de legalidad. Eso sí, las tres debían ser de su propiedad para que, al fin y al cabo, el contrato quedara en sus manos y así concretar el esperpento de corrupción.
Esas empresas fueron: Luket SAS, BRAND SAS e Impoamericana Roger SAS
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Ante la Fiscalía, dijo ‘el pastuso, que una vez, se libró la orden de proveeduría, procedieron con la compra de los carrotanques que fueron entregados a la Unidad y que el 24 de diciembre les desembolsaron el dinero del contrato. Ese mismo día, relató, entregó en bolsas negras los 7.200 millones de pesos a un mensajero de Pinilla, y así, en lo que corresponde a Rosero, concluyó su participación, muy activa, en este plan de corrupción.
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Ahora, esta declaración no conversa con lo que previamente ha dicho Sneyder Pinilla sobre cómo sucedieron las cosas. Primero porque dijo que el soborno fue por 4.000 millones y no por 7.000 y segundo porque dijo que la entrega se hizo en octubre y no en diciembre, tal cual lo relató el empresario. De estas contradicciones deberá encargarse la Fiscalía.
Tanto Pinilla, como Rosero y Olmedo López, exdirector de la Ungrd, también vinculado a este escándalo, están pidiendo acogerse a un principio de oportunidad con la Fiscalía; piden inmunidad a cambio a información. En el caso reciente del empresario, este solicita inmunidad total para su esposa, pues su nombre aparece en una de las empresas que participó en la licitación por el contrato de los carrotanques, una de las tres que se presentaron y que debían ser propiedad de Rosero para concretar el esperpento; e inmunidad parcial para él, ya que estaría dispuesto a asumir responsabilidad en los eventos donde tuvo participación.
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Aunque reveladora su declaración, el empresario no mencionó funcionarios del Gobierno, congresistas, personajes de reconocimiento nacional o cercanos a Petro. De eso, dice no tener conocimiento.
Con esto, se espera que la Fiscalía defina sobre los principios de oportunidad y los procesos que en este caso seguirán adelante.