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Túnel de la Línea, entre sobrecostos y majestuosidad

El viernes 4 de septiembre, y luego de 16 años en construcción, quedará en funcionamiento
la obra que atraviesa la Cordillera Central.

  • El viernes 4 de septiembre, y luego de 16 años en construcción, quedará en funcionamiento la obra que atraviesa la Cordillera Central. Foto: Esteban Vanegas Londoño
    El viernes 4 de septiembre, y luego de 16 años en construcción, quedará en funcionamiento la obra que atraviesa la Cordillera Central. Foto: Esteban Vanegas Londoño
30 de agosto de 2020
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El país esperó dos décadas para cumplir con el sueño de atravesar la Cordillera Central. El próximo viernes 4 de septiembre el Gobierno Nacional pondrá, por fin, al servicio el túnel de la Línea ubicado entre los municipios de Calarcá (Quindío) y Cajamarca (Tolima). La Línea, con sus 8,6 kilómetros se convertirá en el túnel más largo de Colombia. Le siguen el de Oriente (8,2 km) y de Occidente (4,6 km). Una vez entre el Toyo a operar destronará a la Línea con sus 9,8 km de longitud.

Para entender las dimensiones de esta obra hay que saber dos cosas: ¿Qué es el proyecto del Cruce de la Cordillera Central? y ¿por qué nos demoramos tanto en construirlo? Entonces, lo primero es ubicarnos. El túnel de la Línea hace parte de un proyecto vial denominado así: Cruce de la Cordillera Central. Ahí se construyen en total 20 túneles cortos, 24 viaductos, el túnel central y 30 kilómetros de doble calzada. Todo tuvo una inversión de 2,9 billones de pesos, de los cuales solo 1 billón costó el túnel central. Su construcción inició en 2004 con la contratación del piloto, pero la adjudicación del principal fue en 2008. Inicialmente, se contrató por 629 mil millones y su entrega sería en 2013, es decir, hace siete años.

Las demoras para su entrega han estado en dos frentes: el contractual y el técnico. Su construcción se la ganó el consorcio Segundo Centenario el cual estaba integrado por firmas colombianas entre la que se destaca la constructora Carlos Collins que, de acuerdo con Invías, durante la ejecución del proyecto, hasta el 30 de noviembre de 2016 tuvo cuatro prórrogas que representaron 39 meses adicionales. Por esa razón, ese día, el Gobierno de Juan Manuel Santos no aceptó más dilaciones y ordenó abrir una nueva licitación.

Lo que ocurrió después fue que durante 8 meses la obra más importante del país se convirtió en un elefante blanco. Quedó paralizada. Sí. Todo el proyecto del Cruce de la Cordillera estuvo detenido hasta julio de 2017 cuando se adjudicó un nuevo contrato al Consorcio La Línea conformado por la constructora Conconcreto y la firma CSS.

Superados todos los problemas entonces, ¿qué es lo que se va entregar? La respuesta la tiene la ministra de transporte Ángela María Orozco, quien en conversación con EL COLOMBIANO, explicó que está listo el túnel de la Línea, el piloto, tres túneles pequeños y 13,4 kilómetros de doble calzada. Todo esto queda en funcionamiento.

Orozco recordó que el túnel se empezó a construir cuando se iniciaron las labores de excavación del piloto, en 2004. Lo contrató el expresidente Álvaro Uribe y su ministro Andrés Uriel Gallego (q.e.p.d.) ya que ese piloto era fundamental debido a que había mucha incertidumbre por saber cómo era la montaña. Explicó Orozco que los japoneses, a inicios de los 90, dijeron que no se podía atravesar la Cordillera Central, por eso el piloto fue clave y eso permitió que luego se hiciera la licitación.

¿Qué salió mal? “Fue desafortunado el contratante. El país sabe que en su ejecución hubo incumplimientos reiteradamente. En noviembre de 2016, él (Carlos Collins) deja las obras abandonadas porque ahí terminaba su contrato y no se le iba a pagar más, por esa razón tocó conseguir recursos para fortalecer todas las obras de los 30 kilómetros de doble calzada”.

Pero más allá de lío contractual, Orozco subrayó que el tema de ingeniería también se dificultó. “Hay una complejidad de la obra, esa cordillera tiene ocho fallas geológicas muy grandes entre esas la de la Soledad que es una de las más complejas del mundo para tratar”.

¿Qué hizo el gobierno de Duque para rescatar la obra? Para responder a esta pregunta hay que recordar en qué lo dejó el gobierno Santos. Por un lado, contrató la terminación del túnel principal y la segunda calzada Calarcá-Cajamarca y por el otro, buscó a una firma de ingeniería –Ingetec– para que hiciera una revisión e informe de todas las obras. “Cuando llegamos recibimos ese estudio y lo que hice fue pedirle a la Sociedad Colombiana de Ingenieros que lo validara como ente académico. Y la sociedad nos dijo que estaba bien. Ese estudio lo que nos mostró fue que todas las obras complementarias, en su mayoría, tenían que ser reforzadas porque tuvieron problemas de calidad y estructurales”.

Por último, la ministra Orozco indicó que a pesar de la serie de inconvenientes las obras se ejecutaron con todos los estándares de calidad. “Las fallas se fueron superando en el transcurso de este Gobierno. Se fortalecieron las obras que habían abandonado. Aquí le quedan al país muchos aprendizajes y es lo que he pedido que hay que documentar. Por ejemplo, el tema contractual. Hoy en día tenemos pleitos con el contratista. Sabemos que nos fue mal con él, pero hay que decir que el proyecto era más que un solo contrato”.

La última vez que salió Collins a dar explicaciones fue en mayo de 2018 cuando dio una entrevista en Los Informantes. En esta dijo que en diciembre de ese año estaría listo el proyecto. “Nunca se paró la obra” aseguró y agregó que lo único que faltaba era revestir y pavimentar.

Esto lo tiene claro la Contraloría General que justo esta semana visitó el proyecto y verificó que todo está listo para la apertura del túnel, pero “por los atrasos que acumuló cuesta hoy un 500 % más de lo que originalmente debía valer”.

En ese sentido, Uriel Orjuela Ospina, presidente de la Veeduría Técnica Especializada del túnel de la Línea, indicó que hay un parte alentador tras la culminación de obra “que encontramos colapsada y nos complace verlo terminado por etapas”.

Por esa razón, dijo que el país debe aprender de las lecciones que deja La Línea: “Un proyecto de esta magnitud hay que pensarlo mejor en el sentido de adjudicárselo a un solo contratista porque la capacidad operativa, técnica y administrativa desborda y más con la complejidad de la obra. Debemos aprender de lo que nos pasó”.

En todo caso, si usted desea conocer el túnel de la Línea la recomendación es que haga la ruta Medellín-Calarcá-Cajamarca ya que solo operará en ese sentido. Su regreso debe ser o por el alto de la Línea o por la ruta del Sol. Buen viaje.

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