El ataque con explosivos a una guarnición militar en Arauca, que dejó 25 soldados heridos y tres muertos, tiene en máxima alerta a la Fuerza Pública y Militar en todo el país, sobre todo en la zona donde ocurrió el atentado.
Por la gravedad de la situación, el comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, dio a conocer a los más de 226 mil soldados, marinos y aviadores en todo el país la estrategia unificada con la que harán frente a la situación de orden público.
“El almirante les recordó a las tropas la importancia de las medidas de seguridad en todos los niveles y la actitud proactiva, la cual requiere de una vigilancia constante, preparación y acción decidida para anticipar cualquier tipo de amenaza y evitar ataques que afecten a las tropas y a la población civil”, informó la Institución.
Asimismo, se ordenó redoblar las medidas de seguridad en todas las unidades militares, tanto en las bases fijas como en las de patrulla móvil, aplicando rigurosamente la doctrina militar.
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“Mantener la ofensiva a través de operaciones militares terrestres, marítimas, fluviales y aéreas, para contrarrestar el accionar delictivo de los Grupos Armados Organizados en todo el territorio nacional”, añadió el Ejército.
Una de las determinaciones más llamativas es la orden a los comandantes militares en los diferentes escalones del mando para que eleven la alerta situacional de las tropas y eviten acciones terroristas por parte de los Grupos Armados Organizados.
Debido al riesgo de la reactivación de las confrontaciones con el ELN, tras la suspensión de los diálogos de paz, las autoridades fortalecieron la coordinación y cooperación entre las instituciones del Estado, como la Policía Nacional y las autoridades regionales y locales, para garantizar la seguridad de las tropas y de la población civil.
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Atentado en Arauca
Tres militares muertos y 25 heridos es el balance de las autoridades acerca del atentado terrorista contra una base del Ejército en el corregimiento de Puerto Jordán, en el departamento de Arauca, el pasado 17 de septiembre.
El ataque fue perpetrado con cilindros-bomba lanzados desde unas rampas artesanales, acondicionadas en una volqueta, de acuerdo con la información de las Fuerzas Militares.
Los miembros del ELN la estacionaron en una vía a 900 metros de una escuela rural, donde había 300 estudiantes. En el volco acondicionaron rampas de lanzamiento para cilindros bomba y dispararon 17 de estos artefactos contra la base.
Las bombas destruyeron el techo y los ventanales de varias edificaciones dentro de la guarnición, y causaron heridas a 27 uniformados. Horas después se confirmó la muerte de dos de ellos, los soldados profesionales Julián Patiño Arango y Bayron Andrés Correa Vargas.
