Una jornada de protesta estudiantil en Bogotá terminó en fuertes enfrentamientos este viernes, cuando al menos cuatro uniformados de la Policía resultaron heridos por una flecha lanzada por desconocidos en las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos.
El incidente ocurrió sobre la avenida El Dorado, a pocos metros de la sede diplomática, donde grupos de manifestantes —en su mayoría estudiantes y miembros de movimientos sociales— bloquearon la vía en rechazo a la política estadounidense.
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En medio del desorden, varios videos registraron el momento en que un agente fue impactado en el brazo, mientras compañeros y transeúntes intentaban auxiliarlo. Otro uniformado fue atendido dentro de una patrulla tras sufrir una lesión en la pierna.
La Embajada activó protocolos de seguridad ante la posibilidad de nuevos episodios de violencia. La Secretaría de Movilidad reportó el cierre preventivo de la avenida 26 y la suspensión de siete estaciones de TransMilenio, medida que afectó a más de 35.000 usuarios.
Siendo las 6:00 p.m., se registraron más enfrentamientos pues los manifestantes lanzaron pólvora y atacaron a la UNDMO (antiguo Esmad). La Policía Nacional mantiene presencia para controlar la situación y proteger a los vecinos y funcionarios.
Reacción de Petro
El presidente Gustavo Petro reaccionó y dijo que ordenó “el máximo cuidado con la embajada de los EEUU en Bogotá. Mal que después de llegar a un acuerdo con el “Congreso de los Pueblos” para levantar los bloqueos, un grupo más radical ha agredido a la policía que cuida la embajada con varios jóvenes heridos con flechas. La embajada se cuidó como prometí. Colombia cumple los tratados internacionales”.
Sin embargo, en días anteriores, el propio mandatario respaldó las protestas propalestinas que terminaron en la embajada de EE. UU. en Bogotá.
¿Por qué hay protestas en Bogotá?
En los últimos días, integrantes del Congreso de los Pueblos ocuparon seis puntos en Bogotá, incluyendo instalaciones de los ministerios del Interior, Vivienda y Agricultura, además de la Universidad Nacional, donde cerca de 2.000 personas ingresaron sin autorización.
Érika Prieto, vocera del movimiento, defendió la acción argumentando que “la universidad es de los pueblos” y que, por tanto, no requerían permiso para entrar. La vicerrectora Carolina Jiménez informó que unas 400 personas intentaron ingresar por la carrera 40 sin coordinación previa, aunque aseguró que las clases continúan con normalidad.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, denunció que detrás de estas movilizaciones existirían “estructuras criminales” y rechazó las tomas de edificios públicos.
Sus declaraciones generaron la reacción de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Colombia, que expresó su preocupación por la estigmatización de los manifestantes y recordó que “la protesta pacífica es un derecho humano que el Estado debe garantizar”.
Mientras tanto, el viceministro de Diálogo Social, Gabriel Rondón, pidió a los manifestantes liberar las sedes ocupadas para poder instalar una mesa de diálogo. El Gobierno también solicitó la presencia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos para observar la actuación de grupos de civiles que, según denuncias, han agredido a quienes protestan.
La situación en la capital sigue bajo observación de las autoridades, que mantienen presencia policial en la zona para evitar nuevos enfrentamientos.
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