viernes
7 y 9
7 y 9
Pese al inicio del piloto que marca el regreso de visitas a las cárceles en Colombia, los privados de la libertad y los guardias dicen tener algunas preocupaciones al respecto.
Este viernes, se conoció que el establecimiento penitenciario La Paz, ubicado en Itagüí, se convirtió en el primero de Antioquia en habilitar paso al encuentro entre reclusos y sus familias.
Entre los 1.200 internos albergados allí, hasta ahora 60 han presentado solicitudes para recibir a sus parientes.
De acuerdo con Jorge Carmona, defensor de la población privada de la libertad, hay cierto malestar entre la población carcelaria, toda vez que este piloto contempla reuniones tipo entrevista y respetando dos metros de distancia entre el recluso y su visitante.
Según lo que le han manifestado varios internos –comentó Carmona– consideran que una visita en esas condiciones les causa la sensación de ser “discriminados”.
“Por eso en La Paz de Itagüí apenas se inscribieron 60 personas. Ellos están pidiendo que las visitas sean normales, como venían siendo antes de la pandemia”, mencionó el activista y agregó que la duración estipulada en el piloto (45 minutos), no los convence del todo puesto que “no se pueden tocar y no se pueden abrazar”.
Observaciones de los custodios
De otro lado, el dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) Felipe Quimbayo, presidente del Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios (Seup) dijo a EL COLOMBIANO que los guardias reciben bien el inicio de los pilotos para las visitas. No obstante, expone que un punto les causa preocupación: ¿cómo se van a ejecutar las medidas de bioseguridad?
Lo anterior –esbozó el guardia– puesto que en los establecimientos penitenciarios la ayuda de los entes territoriales ha sido “casi nula” frente a los elementos de protección y desinfección.
“Me refiero particularmente a Bellavista, El Pedregal e Itagüí, donde los mismos funcionarios hemos tenido que sacar de nuestro propio pecunio para poder instalar las cabinas de desinfección, tapabocas y geles antibacteriales”, apuntó.
“Entonces –complementó– la preocupación de nosotros es como los entes territoriales nos van a suministrar elementos de protección para garantizar el ingreso de las visitas en un alto grado de estandarización en bioseguridad”.