El país político está en estado de alerta. Este miércoles, a partir de las 9:00 de la mañana, el Senado de la República se reunirá para elegir a un nuevo magistrado de la Corte Constitucional en reemplazo de José Fernando Reyes. En juego –según varios sectores–, estaría el equilibrio de fuerzas y las mayorías durante al menos cinco años en el más alto y respetado tribunal del ordenamiento jurídico colombiano.
Por ello, la puja entre sectores gobiernistas, independientes y oposición sigue al rojo vivo y cada quien se mueve codo a codo hasta última hora en búsqueda de la bendición de los congresistas. Recién este martes, durante una sesión plenaria, los tres candidatos en competencia desfilaron por el salón social del Senado buscando arañar apoyos.
Las cuentas no dejan de estar apretadas: de 105 senadores, 53 estarían con el exdefensor del Pueblo, Carlos Camargo –cercano a la clase política, considerado el candidato de los independientes y la oposición– y los restantes 52 ya se habrían decidido por la abogada María Patricia Balanta –señalada de ser la ungida del Gobierno de Gustavo Petro–. Sin votos, por ahora, figura el jurista Jaime Humberto Tobar.
Consciente de su situación y dispuesto a dar la pelea, Tobar fue el primero en llegar ayer. Reivindicó ser una tercería marginada de intereses políticos e instó a poner fin a la polarización que rodea la elección. “La mía es una opción que busca la institucionalidad de la Corte”, sostuvo.
Por su parte, Camargo llegó horas después, pero decidió guardar silencio y le hizo el quite a los reporteros de los diferentes medios de comunicación que lo esperaban en el lobby del Senado. Quien sí decidió hablar fue Balanta, que reclamó ser víctima de estigmatización “por ser mujer y negra”, al tiempo que negó ser la candidata del Gobierno Petro. “No soy petrista”, advirtió.
Movidas políticas
Hasta ayer las muy frágiles e inestables mayorías seguían a favor de Camargo. El exdefensor del Pueblo renunció a su cargo en mayo de 2024 para no inhabilitarse y ha sido señalado de gastar con creces en esta elección un capital político hecho a punta de supuestos puestos y burocracia. Lo cierto es que hoy sigue gozando de mayorías en el Partido Conservador, en Centro Democrático y en Cambio Radical, así como respaldo entre senadores liberales, cristianos y de La U.
Por su parte, Balanta –de contar con el guiño del Gobierno Petro– arrancaría con 25 votos fijos: los 20 del Pacto Histórico y cinco de Comunes, a lo que se sumarían siete votos de la Alianza Verde y uno de las curules indígenas. Es decir, 33 votos.
En medio de las apretadas cuentas, ayer las miradas estuvieron puestas en un partido en el que el asunto parecía zanjado: Cambio Radical. Allí su jefe natural, el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, ha insistido una y otra vez que Petro podría hacerse a mayorías con Balanta –justo en momentos en los que sus adeptos hablan de una Constituyente y reelección, temas que pasarían por el resorte de la Corte–.
Sin embargo, la elección dejó al descubierto las costuras de la bancada y, de 11 senadores, al menos tres estarían de lado de Balanta. Se trata de los congresistas Didier Lobo, Temístocles Ortega y Ana María Castañeda, quienes le han caminado a algunos de los proyectos del Gobierno.
A Lobo, según contaron fuentes al interior de la colectividad, “ya lo apretaron y le advirtieron que tenía que votar en bancada, so pena de enfrentarse a sanciones”. Sobre Ortega y Castañeda hay otras consideraciones. Ambos fueron castigados semanas atrás por negarse a votar en contra de la consulta popular de Petro y hasta ayer no tenían ni voz ni voto para participar en el proceso. Por ello, sus votos parecían estar por fuera de la cuenta.
No obstante, al final de la tarde de este martes se conocieron dos sorpresivos oficios del Consejo Nacional Electoral (CNE), tribunal en el que ambos senadores impugnaron la sanción, en los que advierte que, hasta tanto no haya una decisión de fondo, el castigo permanece suspendido provisionalmente como medida cautelar. Es decir, ambos sí podrán votar y ejercer su derecho al voto.
En el Senado, y en particular en la bancada, no dejó de generar ruido que los documentos que dan vía libre a la votación de Ortega y Castañeda fueron firmados por dos magistradas que son cuota del Pacto Histórico en el CNE: Fabiola Márquez y Alba Lucía Velásquez.
De nada sirvió el oficio que días atrás envió el secretario General de Cambio Radical, Germán Córdoba, a la mesa directiva del Senado, alertando por la supuesta participación de ambos senadores y señalando que, dada la sanción, cualquier votación estaría viciada.
Previamente, el senador Carlos Fernando Motoa le comentó a este diario que la decisión de Cambio Radical de apoyar a Camargo fue tomada en bancada y cualquier conato de indisciplina sería sancionado. Sin embargo, reconoció que “el voto es secreto y es complejo verificar que se cumpla fielmente. Esperemos. Me tocará estar muy atento”.
Otro de los votos que está en veremos es el del senador Richard Fuelantala, del Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO). Según el congresista, solo este miércoles tomará una decisión. “Dependerá de la intervención de cada uno”, dijo a este diario, negando que haya sido contactado por el Gobierno. “Ellos saben que soy independiente”.
¿Y como está la Corte?
Otras son las cuentas que se hacen frente a las cargas en la Corte Constitucional. Actualmente, en el alto tribunal, en teoría, hay dos magistrados cercanos al Gobierno. Se trata de quien fuera secretario Jurídico de Petro, el magistrado Vladimir Fernández, así como de Héctor Carvajal, que llevó la defensa del Presidente ante el CNE por presunta violación de topes de financiación.
A ellos se sumaría el magistrado Miguel Efraín Polo, que aunque fue ternado por el Consejo de Estado, obtuvo el guiño del petrismo en la elección. Sin embargo, hay quienes señalan que Carvajal no necesariamente obedecería a Petro, y que Polo así como recibió los votos del petrismo se ha caracterizado en su trayectoria por ser conservador. Por ahora, no han mostrado gran distancia del Gobierno.
En medio quedan los magistrados Natalia Ángel o Juan Carlos Cortés, quienes han votado decisiones clave a favor del Gobierno, aunque también otras en detrimento de sus intereses. Por ello, son considerados independientes, –eso sí– con matices.
Finalmente, de lado crítico al Ejecutivo se encuentran los magistrados Jorge Enrique Ibáñez, Paola Andrea Meneses, Lina Marcela Escobar, y el saliente magistrado José Fernando Reyes, cuyo asiento ocupará quien resulte elegido este miércoles.
La competencia promete definirse en un verdadero cabeza y cabeza, y los movimientos en cada espectro persistirán hasta la misma elección. Es tal la atención que concentra el proceso, que ayer el presidente del Senado, Lidio García, advirtió que hay “mucha presión, muchas informaciones fuertes en los medios de comunicación y en los mismos compañeros”.
Por ello, anunció que, como muestra de transparencia, durante la sesión de hoy no se permitirá el ingreso de asesores o externos a la sesión y se conformará una comisión escrutadora encargada de hacer el conteo de votos con la participación de sectores oficialistas, independientes y de oposición. Incluso, no descartó que otros organismos hagan veeduría, al tiempo que insistió en que votos con inconsistencias o enmendaduras serán anulados.
El detalle puede parecer menor, pero da cuenta de lo que está en juego durante la sesión de este miércoles. Al margen de cualquier consideración política, tanto en sectores políticos como en las otras ramas del poder parece haber consenso en que quien llegue debe ofrecer garantías de equilibrio, ecuanimidad e independencia para no favorecer a ningún lado. No puede pasar por alto la misión de la Corte: “velar por la integridad y la supremacía de la Constitución”.
Estos son los perfiles de los candidatos a magistrado
El más conocido por la clase política
Sin duda, Camargo es el candidato más conocido de la terna y entre la propia clase política. Oriundo de Cereté, en Córdoba, se desempeñó como defensor del Pueblo entre 2020 y 2024 nominado por el expresidente Iván Duque.
Es especialista en derecho administrativo, cuenta con una maestría y un doctorado en derecho de la Universidad Sergio Arboleda, donde se desempeñó como vicerrector tras su renuncia a la Defensoría. Es cercano a la clase política: no solo fue director de la Federación Nacional de Departamentos (FND), sino que trabajó en la Registraduría y llegó a ser magistrado y presidente del CNE. Ha sido señalado de cobrar viejos favores y de ofrecer puestos para llegar al tribunal.
“No soy petrista, ni pertenezco al Gobierno”
Si bien admite que tiene el guiño del Gobierno Nacional, la abogada María Patricia Balanta ha negado que sea la ungida del presidente Gustavo. “Me han estigmatizado. Estoy segura que es por ser mujer y por ser negra. Yo no soy petrista. No pertenezco al Gobierno”.
Balanta, la única mujer de la terna, es oriunda de Tuluá, en Valle del Cauca. Cuenta con especializaciones en derecho de familia, comercio internacional, y contratos y daños, así como maestrías en filosofía y literatura hispanoamericana.
La jurista, quien se desempeña en el Tribunal de Buga, cuenta con 45 años de experiencia judicial e insiste en que no ha tejido alianzas de ningún tipo. “No he hecho alianzas con ningún partido. He cumplido este proceso ante el Congreso”.
La ternada aseguró además que durante la semana pasada estuvo haciendo lobby en el Congreso y tuvo la oportunidad de presentarse con varios de los senadores. “Ellos pueden dar fe de que he ido a cada uno de sus despachos, los he conquistado en los pasillos, los he atrapado en cualquier espacio donde pueda hablar con ellos porque es la única manera”.
Balanta manifestó además que es librepensadora, que no tiene alianzas ni compromisos, y que su ideología tiene otra significación desde el mundo de la filosofía política y jurídica. “Es el saber pensar, es encontrar la comunidad de saberes, los lugares comunes donde se gestan los grandes cambios sociales y eso es un compromiso no solamente con Colombia, sino con el universo”.
La jurista fue denunciada desde hace más de año y medio ante la Comisión Nacional de Disciplina Judicial por supuesto acoso laboral. Según Balanta, se trató de un “incidente” y declaró que no se referirá al asunto por tratarse de un asunto en trámite.
La denuncia señala que la jurista incurrió en un presunto trato hostil, tareas por fuera del horario laboral e incluso, comentarios de alto calibre. “Uy, usted cómo se ha engordado”, sería uno de los comentarios.
“No tengo un partido específico”: Jaime Humberto Tobar
Por segunda ocasión, el abogado Jaime Humberto Tobar buscará llegar a la Corte Constitucional. Hace menos de un año, en octubre de 2024, logró la bendición del Consejo de Estado para aspirar a la magistratura; sin embargo, el ganador fue Miguel Polo Rosero. Ahora, Tobar se hizo a un lugar en la terna de la Corte Suprema de Justicia.
El jurista –quien cuenta con posgrados en derecho financiero y derecho procesal, y que ha sido conjuez del Consejo de Estado y la Corte Constitucional–, suena hoy como la tercería en la carrera por llegar al alto tribunal. Si bien no cuenta con respaldos visibles, aseguró que ha hablado con todos los sectores y su candidatura ha tenido buen recaudo.
“No tengo un partido específico, pero he hablado con Cambio Radical, Centro Democrático, el Partido Liberal, los conservadores, el Verde y el Pacto. No me ha faltado hablar con nadie. Cuando uno está en este ejercicio eso es lo que tiene que hacer: hablar con todos y cada uno de sus electores”, manifestó.