Así lo muestran los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024, elaborado por la organización Transparencia Internacional, que indica que Colombia obtuvo una calificación de 39 puntos sobre 100 en su ranking. Ello implica que el país obtuvo un punto por debajo de lo obtenido en 2023 y perdió cinco posiciones en el sondeo global ubicándose en la posición 92 entre 180 países evaluados.
“El IPC confiere puntajes entre 0 y 100 a 180 países, donde 100 indica que un país se percibe como muy transparente, mientras que 0 muestra que es percibido como muy corrupto”, explicó Transparencia Internacional.
En esa línea, ante los resultados locales, el capítulo Transparencia por Colombia calificó la tendencia como “preocupante”, advirtiendo que una puntuación por debajo de 50 es una muestra de problemas graves de corrupción y, hoy por hoy, lo que se evidencia es un estancamiento derivado de falta de resultados.
“A pesar de las promesas de cambio significativo, la administración del presidente Gustavo Petro no ha logrado posicionar la lucha contra la corrupción como una prioridad estratégica y se ha visto desdibujada por los escándalos que ha enfrentado, así como por cuestionamientos persistentes en círculos cercanos al presidente”, señaló Transparencia por Colombia.
Según el ente, a pesar de la atención e indignación que los grandes escándalos de corrupción siguen generando, “el país aún no ve resultados en controversias como el desvío de recursos de la UNGRD, la presunta financiación irregular de la campaña del presidente o acciones decididas en otras entidades que son objeto de cuestionamientos constantes, como Ecopetrol”.
Si bien Transparencia por Colombia reconoció que en diciembre pasado el Gobierno expidió la Estrategia Nacional de Lucha Contra la Corrupción contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo, el desafío es poner el pie en el acelerador para que sea un instrumento relevante y logre marcar alguna diferencia antes de culminar el mandato del presidente Petro.
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Sin embargo, agregó la entidad, el desafío que la corrupción sigue generando a la democracia colombiana “es amplio e implicará una acción mucho más coordinada” entre poderes públicos. Inclusive, Transparencia por Colombia advirtió que en 2025, la corrupción seguirá siendo un tema central en la agenda pública.
“Las investigaciones en curso sobre grandes escándalos pondrán a prueba la capacidad de las instituciones judiciales para avanzar en procesos decisivos. Además, el nuevo Procurador General de la Nación deberá demostrar rápidamente su independencia y efectividad en casos clave, en medio de cuestionamientos por su cercanía con el poder político y la importancia de su rol en el país”, precisó.
Por su parte, el Congreso y los gobiernos locales también serán protagonistas, ya que este año se debatirá la ley que redefinirá las funciones entre la nación y los territorios tras la reforma al Sistema General de Participaciones de 2024, un proceso que deberá blindarse al máximo contra la corrupción.
A ello se suma que el país ha entrado en modo electoral, “lo que plantea riesgos que deben abordarse de manera proactiva. El aumento de transacciones políticas y prácticas clientelistas podría elevar los riesgos de corrupción en la asignación de recursos y la ejecución del presupuesto”.
Para Andrés Hernández, director ejecutivo de Transparencia por Colombia, “el agotamiento frente a las promesas incumplidas no puede ser la constante de nuestra democracia. El 2025 será un año crucial para determinar si las instituciones y la sociedad civil están preparados para lograr y exigir un cambio real”, agregó, instando a no solo combatir la corrupción, sino “construir confianza y devolverle a la ciudadanía la certeza de que sus derechos y necesidades están en el centro de la gestión pública.”
Resultados globales
Los países mejor puntuados en el ranking global son Dinamarca con una calificación de (90), Finlandia (88), Singapur (84) y Nueva Zelanda (83), mientras que los tres más bajos son Venezuela (10), Somalia (9) y Sudán del Sur ocupando la última posición con 8 puntos. El índice sitúa a Colombia muy lejos de Uruguay (76) y por encima de Argentina (37), Brasil (34), Ecuador (32) y Perú (31).
En el contexto de los países pertenecientes a la OCDE, cuyo promedio fue de 65 puntos, Colombia se encuentra entre los países con más bajos resultados, solo superando a México (26) y Turquía (34).
“El IPC, utiliza una metodología robusta que incluye fuentes de datos de expertos, evaluando comportamientos como sobornos, desvío de fondos públicos y captura del Estado, además de la efectividad en mecanismos existentes para prevenir la corrupción”, explicó el ente.
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