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Unidades del laboratorio de criminalística de la Policía Nacional y la Sijin hallaron varios restos en un caño en inmediaciones del barrio Tintal y Patio Bonito, al suroccidente de Bogotá, luego de la denuncia de la ciudadanía.
Tras la alerta de la comunidad, las autoridades acordonaron el área y confirmaron que no se trata de restos humanos, pues se pensaban que eran de la niña de 23 meses Sara Sofía Galván, desaparecida desde el 15 de enero, sino de dos perros.
De acuerdo con la información preliminar, los restos se encontraban envueltos en una bolsa y las autoridades emprendieron desde ayer las labores de investigación para determinar si se trataba de los restos de la menor de edad.
Vale recordar que la mamá de la menor, Carolina Galván Cuesta y su compañero sentimental Nilson Díaz, se encuentran tras las rejas por la desaparición de Sara Sofía.
Este miércoles, el general Jorge Vargas, director de la Policía Nacional, confirmó que la oficina central de la Interpol emitió Circular Amarilla de búsqueda en 196 países para ubicar a Sara Sofía.
Galván Cuesta es la principal sospechosa de la desaparición de su hija. La semana pasada fue detenida por la Fiscalía junto a su compañero sentimental, luego de entregar dos versiones diferentes sobre lo ocurrido con la menor.
En un primer momento, la mujer afirmó que la niña había enfermado y murió. En consecuencia, ella envolvió el cuerpo y lo arrojó al río Tunjuelo, tal como se lo había comentado a una conocida.
No obstante, a las autoridades les dijo que había entregado la menor a una “señora” puesto que no contaba con los medios económicos para hacerse cargo de ella.
Todos los hechos fueron reportados por Xiomara Galván, tía de Sara Sofía y hermana de Carolina. Ella tenía la custodia provisional de la niña y la última vez que la vio fue el 15 de enero, cuando la progenitora de la hoy desaparecida, le solicitó permiso para estar con ella y posteriormente se la llevó de manera irregular.