La fiscal general no está en Colombia. No estuvo en las últimas semanas cuando sucedieron en el país graves hechos de orden público como el ataque terrorista de un camión bomba en Cali, o los asedios de poblaciones civiles que terminaron en secuestros masivos de soldados.
El país atraviesa por la peor ola de crimen de los últimos años. Ha habido incrementos en homicidios, atracos a mano armada en Bogotá y otras ciudades, denuncias masivas por extorsiones desde las cárceles, los feminicidios se cuentan por más de 500 solo en 2025. El sicariato continúa siendo un problema no solo en la capital, en donde un adolescente de 15 años asesinó al precandidato presidencial, Miguel Uribe, sino en el Valle en donde este miércoles murió por los disparos de las balas de asesinos en moto el secretario de Gobierno de Pradera, José Dorién Jiménez.
Tampoco estuvo cuando la fiscal del caso de Nicolás Petro, Lucy Laborde, tomó la decisión de imputar cargos por otros presuntos delitos en contrataciones de fundaciones en las que habría estado relacionado el hijo del presidente por alrededor de 3.000 millones de pesos. Pero inmediatamente se conoció esa decisión, la Fiscalía preparó una resolución en la que designaba a una “fiscal de apoyo” para el caso sin que se entienda hasta ahora por qué ese movimiento y si realmente era necesario. Pareció más un acto de vigilancia a través de un tercero a la fiscal que tomó decisiones contra el hijo del jefe de Estado.
EL COLOMBIANO envió un derecho de petición a la Fiscalía solicitando los viajes que Luz Adriana Camargo ha tenido hasta septiembre. La respuesta es elocuente cuando se pone en contexto el análisis de cómo han avanzado los casos en los que el país espera respuestas más pronto.
Estos son los viajes de la fiscal Camargo
En mayo de 2024, la fiscal Camargo tuvo un viaje a La Haya, Holanda. El viaje también tuvo paradas en Ámsterdam, Palermo y París y el motivo del documento señala: “asistir a reunión con ministerios públicos de esos países y con el fiscal de la Corte Penal Internacional”. Viajaron la fiscal Camargo, el asesor del despacho Luis Ernesto Salinas Gómez, y el director de comunicaciones, Germán Gómez. La fiscal recibió viáticos por más de catorce millones de pesos y sus tiquetes costaron veinticinco millones.
En ese mismo viaje pero solo en Palermo y París estuvo también la fiscal delegada para finanzas criminales, Aura Liliana Trujillo.
La fiscal viajó después en junio de 2024 a Washington para tener la primera reunión oficial con las autoridades de los Estados Unidos. Quienes la acompañaron fueron los mismos funcionarios de la gira anterior. Su asesor de despacho, el director de comunicaciones y la fiscal delegada para las finanzas criminales. Camargo obtuvo viáticos por once millones y tiquetes costaron más de catorce millones.
En septiembre de 2024, la fiscal realizó otro viaje a Madrid, Tenerife y Atenas para desarrollar una reunión con el fiscal general de España, “así como participar en la reunión oficial de los veintinueve ministros de Justicia integrados en la Conferencia de Justicia de los países iberoamericanos y de los países de habla portuguesa, y participar en la Conferencia Internacional de Control de Drogas”. En ese viaje, Camargo obtuvo diecisiete millones de pesos por viáticos. Y tiquetes por más de once millones.
En ese viaje estuvieron también el delegado contra la criminalidad organizada, la directora de asuntos internacionales, el asesor del despacho, el director de comunicaciones, la fiscal delegada para las finanzas criminales, la fiscal delegada para la seguridad territorial y la fiscal delegada ante jueces municipales y promiscuos. A Atenas solo fue Gabriel Fernando Sandoval, el delegado contra la criminalidad organizada.
En noviembre de 2024, la fiscal viajó nuevamente a Montevideo, Uruguay, para participar en la reunión especializada de ministros públicos de Mercosur. Por el monto de los viáticos, 890.000 pesos, se evidencia que ese periplo fue corto. La acompañaron el asesor del despacho y la delegada para las finanzas criminales. El costo de los tiquetes fue de más de trece millones.
Menos de dos meses después, ya en 2025, la fiscal Camargo tuvo otro viaje a Londres. El motivo fue desarrollar un “encuentro con la señora Megan Pullum, procuradora y receptora general, que tiene como objeto fortalecer la cooperación jurídica internacional y dialogar sobre la propuesta de un acuerdo de compartición de activos”. En ese viaje hubo viáticos por más de nueve millones y tiquetes por cuarenta y dos millones.
Hubo otro viaje más a Brasil en agosto cumpliendo labores del servicio. Luego, Camargo decidió activar su periodo completo de vacaciones que se desarrolla durante el último mes.
Dos fuentes consultadas que trabajaron en los despachos de fiscales anteriores aseguraron que el número de viajes puede ser normal para el periodo que lleva Camargo al frente del ente acusador. Sin embargo, dijeron que sí resalta que tres de ellos sean a Europa y no a países cercanos en donde debería haber más cooperación. “La mayoría de los viajes son a Europa. También es verdad que hay muchos viajes justificados y necesarios por la necesidad de cooperación”, aseguró una persona que trabajó en el despacho de la Fiscalía.
Camargo se posesionó en marzo del año pasado. Hasta marzo de este año tuvo seis grandes viajes en el cargo. Tres de ellos fueron a Europa, uno a Washington, uno a Uruguay y otro a Brasil. Y finalmente el de Estados Unidos para tomar sus vacaciones personales para las que pidió cuarenta días.
Casos con pocos avances en la Fiscalía
En contraste, frente a los casos más importantes hay grandes preguntas. Tras más de cuatro meses del atentado sicarial contra Miguel Uribe, han sido capturadas siete personas que participaron en la logística y los planes del asesinato, pero sigue sin conocerse cuál fue el autor intelectual que ordenó y pagó por el crimen. Mientras tanto, el presidente Gustavo Petro ha especulado con todo tipo de teorías. Se lo ha atribuido al ELN, a la junta directiva del narcotráfico, a las disidencias de las FARC, y también a una supuesta venganza de esmeralderos. Incluso ayer, desde Cauca, con el ánimo de fustigar al parlamento europeo dijo que los asesinos de Miguel Uribe “viven en Europa”. Camargo no ha respondido ni pedido respeto al trabajo de la Fiscalía, que es la única que tiene la posibilidad de anunciar conclusiones en el caso por sus funciones constitucionales.
En la investigación de la UNGRD no hay muchas diferencias. El país lleva dos años repitiendo las declaraciones de Olmedo López y Sneyder Pinilla que empezaron a contar todo lo que sabían cuando se reveló su participación en el que ha sido el caso más grave de corrupción del Gobierno Petro. Del organigrama ratificado en los principios de oportunidad, solo está capturada Sandra Ortiz, consejera de las regiones de Petro. Esta era la ficha más débil del escándalo. Carlos Ramón González se fugó a Nicaragua con un asilo asignado por ese país y la ayuda del Gobierno colombiano. Tuvo tiempo para fugarse porque no hubo avances contundentes en el caso.
Tampoco han sido imputados los exministros Ricardo Bonilla ni Luis Fernando Velasco, que aparecen ampliamente en el expediente de la Corte Suprema en la investigación contra los congresistas. Y hay otras personas claves que participaron directamente en las presuntas órdenes de corrupción sin que nada les haya pasado. A Jaime Ramírez Cobo, el exasesor de Presidencia para las relaciones con el Congreso y un amigo personal de Laura Sarabia, no le ha pasado nada.Tampoco hay ninguna decisión contra Andrea Ramírez, quien tenía el cargo de enlace del Ministerio de Hacienda con el Congreso. “Ella podría conocer la sistematicidad de la corrupción desde hace más de dos gobiernos con el Congreso. Si la Fiscalía quisiera averiguar la habrían llamado”, dijo una fuente que conoce el caso.
Camargo ya lleva año y medio en la Fiscalía pero no se le conoce un gran golpe y hay cuestionamientos por una posible cercanía con el presidente y con Ricardo Roa que tendría repercusiones en otros casos.
Por ejemplo, mientras que el Consejo Nacional Electoral debate la imputación de cargos contra Roa, exgerente de la campaña, la Fiscalía no ha avanzado en nada en un proceso que en la administración anterior estaba adelantado. Roa tiene otros cuestionamientos serios por la compra de su apartamento a un empresario que resultó interesado en negocios con Ecopetrol. Pero con Camargo ha tenido tranquilidad.
“La fiscal llevaba viviendo un año en la escuela de inteligencia y uno se pregunta por qué no hay ningún avance sobre todas las investigaciones que adelanta la Fiscalía a la Policía. Reconoció que había estado en una fiesta de cumpleaños con Ricardo Roa y, ¿qué ha pasado con Ricardo Roa? A la Fiscalía la maneja el club de tenis de la fiscal. El verdadero jefe es Luis Ernesto Salinas que es amigo de ella y de su esposo, maneja también contratación”, dijo una fuente que conoce muy bien las movidas internas pero pidió reserva.
Entre los fiscales hay molestia. Este diario habló con varios de ellos que han tenido casos de envergadura. Aseguran que Camargo no está presente en la administración.
“Está completamente ausente, no hay una línea de trabajo clara de la Fiscalía General, yo no me he podido reunir con ella y le he pedido tres veces cita. No era para que me ayudara con mis casos personales, sino para tratar otros temas supremamente importantes de narcotráfico. Nunca me ha querido recibir. Se lo digo desde la experiencia de más de 20 años aquí. Esta Fiscalía no tiene ninguna clase de rumbo”.
“Yo no había visto una fiscal que viajara tanto, no hay objetivos serios, no hay un plan o programa que genere algún resultado importante. No hay resultados realmente serios. En UNGRD no ha habido nada serio. Por ejemplo, en las primeras imputaciones, que fueron serias jurídicamente, se avisó a quiénes se iba a investigar. Se enumeraron todos los implicados, pero se empezaron a tomar acciones solo seis meses después. Era cómo dándoles tiempo para que pudieran alistarse”, dijo un fiscal que pidió reserva.
En otro caso, el de la Hidroeléctrica de Urrá tampoco ha pasado nada. El propio exministro Bonilla envió a la Fiscalía un anónimo que le llegó con información relevante por la contratación de una empresa que tenía a su cargo el parque solar de esa entidad en Córdoba. En la denuncia se aportaron imágenes y documentos que señalaban un supuesto intento de lobby por parte del otro hijo del presidente, Nicolás Alcocer Petro. Eso sucedió hace más de diez meses y no se sabe nada. La investigación parece sepultada.
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Y el caso de la alcaldía de Daniel Quintero en Medellín. En las últimas dos semanas han salido aún más indicios de la presunta corrupción liderada por su hermano Miguel Quintero y no se han tenido noticias de que la Fiscalía avance con esa investigación. Que se hace ahora más crucial, determinar con urgencia su culpabilidad o no, porque Quintero intenta ser candidato a la Presidencia en apenas ocho meses por el partido de Gobierno.
La otra queja es de los periodistas que cubren la fuente. En administraciones anteriores era normal ver a reporteros permanentemente llamados al Búnker para que en ruedas de prensa con diapositivas se explicara el avance de todos los casos de relevancia. Eso ya no sucede. “En la Fiscalía la regla es que no se le habla a los medios para que los casos no pierdan fuerza. A la fiscal no le gustan los medios”, dijo otra fuente adentro.
Lo cierto es que los casos importantes no avanzan. En conclusión, Camargo ha tenido un periodo en el que brillan más los viajes que los resultados y el país sigue esperando su primer gran golpe para conocer respuestas en un periodo de violencia, corrupción e indicadores de crimen que se elevan cada vez más. Lo anterior ocurre en la ansiedad de un país en el que un precandidato presidencial murió asesinado a tiros, los grupos ilegales tienen 20.000 hombres en armas, las mujeres son asesinadas en las calles sin justicia, y el caso de corrupción más grande de los últimos tiempos sigue sin tocar a nadie verdaderamente poderoso de la administración.