Confirmado: las Farc dejaron el 30 % de sus armas, lo que significa un paso histórico hacia el fin del conflicto armado.
La Misión de la ONU en Colombia aseguró que en las 26 zonas veredales y puntos transitorios se dio cumplimiento a la primera etapa de la dejación de armas acordada por el Gobierno y las Farc el pasado 29 de mayo, cuando reprogramaron el cronograma debido a los retrasos en la construcción de las zonas veredales (ver gráfico).
“De conformidad con este acuerdo, la Misión tiene ahora en sus contenedores un total de 2.300 armas, un poco más del 30% de las actualmente registradas e identificadas por la Misión de la ONU en los campamentos de las Farc”, expresó el componente internacional a través de un comunicado.
Es de recordar que el proceso de dejación de armas, como quedó establecido en el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, compete únicamente a la guerrilla y a la Misión de la ONU, y hasta el momento, como señala el acuerdo, no han permitido el ingreso de ningún medio de comunicación o de civiles, a excepción de NC Noticias de las Farc, para documentar la recepción del arsenal.
Por su parte, la Misión de la ONU también tomó algunos registros, pero en ninguno de los que compartió se ve el momento de la dejación de armas. Esto tiene una explicación, la entrega de armas, en términos militares, plantea la derrota del adversario. En este caso, se trató del resultado de la negociación de paz y así quedó en el acuerdo.
Esto obedece a que las Farc, al igual que todas las guerrillas que han hecho procesos de paz con el Gobierno, tienen mucha sensibilidad con respecto al momento en el que se separan de su arma. Recordó Álvaro Villarraga, director de Acuerdos de Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, que durante los 90 el EPL, el M-19 y el Quintín Lame las dejaron ante representantes de la comunidad internacional y nunca se usó el término “entrega de armas”, porque de alguna manera está relacionada con la rendición.
Y aunque las guerrillas de ese entonces sí permitieron el ingreso a medios de comunicación y registro gráfico de los actos de dejación, Villarraga no ve inconveniente en que las Farc se despojen de su armamento de manera privada, ya que entiende la emotividad de ese momento y tiene claro que la ONU es un verificador “muy confiable” para el país y para el mundo.