Ordenan libertad de exsenador vinculado al escándalo Odebrecht

La Jurisprudencia aseguró que el comportamiento de Guerra de la Espriella a lo largo del proceso “permite inferir que con las medidas señaladas podrá cumplirse cualquier determinación que adopte la justicia”. Foto: Colprensa

La Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia, con ponencia del magistrado Jorge Emilio Caldas, sustituyó la medida de aseguramiento carcelario contra el exsenador Antonio Guerra de la Espriella y ahora podrá esperar su condena en libertad, sin salir del país.

El exsenador, quien está en juicio por su presunta responsabilidad en escándalo de la multinacional Odebrecht, deberá estar informando constantemente sus movimientos ante las autoridades.

Antonio Guerra fue capturado el 21 de marzo de 2019 luego de que varios implicados en el manejo de sobornos hechos por la multinacional brasileña Odebrecht, lo relacionaran con la presión para que en el Congreso se avalaran las pretensiones de la compañía. Guerra de la Espriella, entonces, esperará en libertad la decisión final de su condena emitida por la misma Corte.

“Es viable sustituir la medida de aseguramiento restrictiva de la libertad personal (...) Lo anterior por cuando ya se dijo y se reitera, que desde el inicio de la indagación preliminar el acusado ha estado presto a comparecer ante la justicia cuantas veces ha sido citado, al punto de que su aprehensión se hizo efectiva cuando compareció ante la autoridad judicial respectiva”, aseguró la Corte.

La Jurisprudencia aseguró que el comportamiento de Guerra de la Espriella a lo largo del proceso “permite inferir que con las medidas señaladas podrá cumplirse cualquier determinación que adopte la justicia”.

Después de su captura en marzo de 2019, la Sala de Instrucción de la Corte, lo acusó por ser coautor en delitos de cohecho propio, enriquecimiento ilícito de servidor público, concierto para delinquir agravado y tráfico de influencias de servidor público.

En el juicio, la Procuraduría General solicitó al alto tribunal la condena de Guerra al indicar que sí tuvo un rol en la gestión del contrato para la estabilidad jurídica de Ruta del Sol II y se habría comprometido a gestionar también temas en la estructuración de Navelena, en la que la multinacional tuvo interés.