Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco, excabecilla del Bloque Central Bolívar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), reconoció ante la Fiscalía General de la Nación 141 hechos criminales, entre ellos los homicidios de exintegrantes de la Unión Patriótica, periodistas, funcionarios judiciales y población civil.
La investigación de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos acreditó múltiples conductas delictivas que hicieron parte de un “plan sistemático” que Jiménez y otros exjefes paramilitares promovieron.
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El plan, afirmó la Fiscalía, “buscaba perseguir y silenciar a cualquier actor público o de la población civil que se oponía o denunciaba el actuar ilegal de las AUC en varias regiones del país”, lo que derivó en delitos que iban desde homicidio hasta secuestro.
A “Macaco” la justicia le atribuyó homicidio agravado, lesiones personales, homicidio en persona protegida, tortura en persona protegida, acceso carnal violento en persona protegida, reclutamiento ilícito, desaparición forzada, entre otros crímenes.
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Tales hechos fueron perpetrados por estructuras que estuvieron bajo su mando, como el Bloque Sur Bolívar, el frente Alfredo Socarrás, el frente Fidel Castaño, el Walter Sánchez, el Isidro Carreño, el Cacique Guanentá y otras cinco organizaciones.
Jiménez Naranjo aceptó su participación en el asesinato del periodista Flavio Iván Bedoya Sarria, cometido en abril de 2001 en Tumaco, Nariño, y en el homicidio de Arsenio Paloma y Oleider Paloma Viuche, exintegrantes de la Unión Patriótica, en Caquetá.
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Asimismo, admitió que el bloque Central Bolívar recurrió a la violencia de género para generar intimidación en las comunidades, como en el secuestro y la violación de una mujer en San Martín de Loba (Bolívar), en junio del 2000.
“En atención a lo dispuesto en la Ley 600 (anterior Sistema Penal), Carlos Mario Jiménez Naranjo se sometió a sentencia anticipada por los 141 hechos delictivos aceptados. La condena se conocerá en la fecha que fije la judicatura”, concluyó el ente acusador.