Los cuatro años que el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc negociaron el acuerdo de paz no se cerraron ayer, porque, pese al triunfo del No en las urnas, ambas partes manifestaron su intención de continuar en busca de poner fin al conflicto armado que los ha enfrentado por 52 años.
Esto es muy diferente a la terminación de las tres ocasiones anteriores, cuando fracasaron los diálogos con esa guerrilla.
Tras los asesinatos de miembros de la Unión Patriótica, en junio de 1987, las Farc rompieron la tregua con un ataque en Caquetá, en el cual murieron 26 militares y un civil.
En octubre de 1992, tras ataques aislados, pero coordinados, en Barrancabermeja, Putumayo y Santander, el presidente César Gaviria puso fin a las conversaciones que se adelantaban en Tlaxcala, México, desde marzo de ese año.
Y el 20 de febrero de 2002, tras el secuestro del senador Eduardo Gechem Turbay, el presidente Andrés Pastrana dio por terminadas las negociaciones y el fin de la zona de distensión en El Caguán.