Solo en Antioquia y Bogotá este año la Policía de Tránsito y Transporte ha sancionado a 3.124 conductores que han conducido en estado de embriaguez. La cifra sigue siendo alta en comparación con 2017 ya que solo hubo una reducción de 145.
En general, el panorama en todo el país tampoco es alentador. El general Ramiro Castrillón, comandante de la Policía de tránsito, reveló que, en el caso de los accidentes de tránsito producidos por estado de embriaguez, en el primer semestre del 2018, se registraron 409 siniestros, dejando 103 personas fallecidas y 566 lesionados.
“En lo corrido del año, hemos sorprendido y sancionado a 9.542 conductores ebrios en el país. Pero se registró una disminución en el número de accidentes en 7 %, si se tiene en cuenta que en el mismo periodo del 2017, cuando fueron 440”, dijo el oficial.
Agregó que eso significa que cada media hora la Policía de Tránsito detiene un conductor borracho al volante. “Un dato para nosotros escandaloso. De acuerdo con estudios que hemos realizado, potencialmente, cada ebrio tiene 140 veces más posibilidades de accidentarse. No me quiero imaginar la cantidad de tragedias que hubieran ocurrido si nuestros policías no detuvieran a estas personas”, dijo el ministro de Transporte, Germán Cardona.
Agregó que lo que le preocupa es que estas son solo las cifras de los retenes y que, evidentemente, hay un subregistro de conductores que manejan con licor y no son reportados. “Mi llamado siempre es a proteger la vida, a disfrutar la infraestructura, pero evitando los excesos”, indicó el ministro Cardona.
Alejandro Maya, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, reveló que este puente festivo se registraron cero víctimas fatales en siniestros viales por embriaguez. Sin embargo, fueron detectados 276 borrachos al volante.
“Un solo colombiano que conduzca bajo los efectos del alcohol debe generar preocupación, no solo de las autoridades, sino de toda la sociedad. Se requiere mayor respeto y amor por la vida propia y por la de los demás”, dijo Maya.
Argumentó que las sanciones deben hacerse efectivas y se debe tramitar ante el Congreso de la República un proyecto de Ley que impida la entrega del vehículo al infractor hasta tanto se esté a paz y salvo por la sanción.
Es de anotar que en el Gobierno de Juan Manuel Santos ya legisló sobre esto en diciembre de 2013. En ese momento, Santos dijo: “no más borrachos en las vías, no más víctimas del coctel criminal del alcohol y la gasolina”. A partir de ahí, quien conduzca en ese estadodeberá pagar una multa de hasta 17 millones de pesos.