La viabilidad financiera de megaproyectos contemplados en el Plan de Desarrollo de Antioquia 2016-2019, si bien tiene el camino despejado para la Gobernación con la propuesta de obtener recursos futuros de la generación de Hidroituango, para analistas, tal estrategia les representaría limitaciones presupuestales a los gobiernos siguientes.
Y es que las inversiones requeridas para apalancar obras como el Ferrocarril, la pavimentación de 1.000 kilómetros de vías terciarias (veredales) y el Puerto de Urabá no son menores.
Se habla de, al menos, 2 billones de pesos que tendrían como fuente financiación los beneficios que reciba el Departamento de la hidroeléctrica, como socio principal junto con el Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea), con una participación de 52,89 %, mientras EPM, constructor y operador del megaproyecto, tiene el 46,47 %; otro 0,64 % es de minoritarios.
Pero anticipar esos recursos compromete los flujos que llegaría a las arcas departamentales 20 años después de que se prenda la primera turbina y comience la generación de energía, hecho que deberá darse en diciembre de 2018.
El modelo planteado es sencillo y viable, pero tiene consecuencias. Consiste en acordar la posibilidad de tener las utilidades de Hidroituango, pero antes de que se generen. Esto, estableciendo como garantía la rentabilidad de Hidroituango en 2038, cuando se pagará la deuda establecida hoy.
Al respecto, Mauricio Cabrera, exdirector de Crédito Público, experto en banca de inversión y representante de la firma Cabrera y Bedoya, explicó que “al hacer esto la administración departamental actual dispone de unos recursos futuros y, por lo tanto, las próximas no contarán con esa plata”.
Cabrera, a su vez, cuestionó que se trata de una especie de pignoración en que se deben tener en cuenta obligaciones adquiridas por el proyecto.
“Uno no puede pignorar todos los ingresos que vaya a tener Hidroituango, porque existen compromisos de pago propios. Hidroituango se está financiando actualmente con créditos y los tendrá que pagar, por lo que deberá contar con lo que queda de esa resta para los accionistas”.
En ese sentido, Remberto Rhenals, profesor de economía de la Universidad de Antioquia, sostuvo que el modelo propuesto por la Administración Seccional supone que la empresa tiene recursos futuros previstos.
Añadió que para avanzar en la propuesta de comprometer los recursos se debe contratar una banca para que estime el valor de esos ingresos futuros. “Se debe saber cómo valoran la empresa de acuerdo con el flujo futuro. Ese es el primer paso”, apuntó.
Una venta de flujos futuros
La propuesta de comprometer los ingresos futuros de Hidroituango para ayudar a financiar proyectos de infraestructura en este cuatrienio fue sustentada por la Administración Departamental en la necesidad de ejecutar obras que serán motor del desarrollo.
Mauricio Tobón Franco, gerente del Idea, y quien anunció la propuesta, atribuyó el modelo a una apuesta por el progreso en que se buscan mecanismos financieros con la banca de inversión para adelantar ingresos futuros de Hidroituango por 2 billones de pesos, y financiar megaproyectos que propone el gobernador Luis Pérez.
“Fundamentalmente, los recursos serían para la fase inicial de financiación que tiene que poner el Departamento, porque no da para el 100 % de los proyectos, ya que el tren vale 2 billones de pesos, el puerto un billón, las vías otros 600 mil millones”, indicó.
El funcionario enfatizó que las obras en que se invertirá harán parte de la plataforma de competitividad de Antioquia hacia el futuro y que generarán ingresos y tendrán una vida financiera estable.
“El ferrocarril, el puerto, las vías y otras centrales hidroeléctricas que se hagan generarán recursos. Todo es para inversión en infraestructrura, nada para programas sociales o educación y salud. Esto, para algunos que dicen que esa plata entra y se puede desaparecer”, acotó Tobón.
Para el secretario de Hacienda de Antioquia, Adolfo León Palacio, es un modelo financieramente viable, en el cual la Alcaldía de Medellín como dueña del resto de flujos de la Sociedad Hidroituango, también ha mostrado interés en este tipo de operación: “esta propuesta no es más que vender ahora flujos de fondos futuros o que sirvan de garantía para emisión de bonos”.
Palacio aseveró que la operación sería segura para los intermediarios financieros, pues la demanda de energía está garantizada y el cronograma de la obra se está cumpliendo rigurosamente.
Medellín aprovecharía
En todo caso, la Sociedad Hidroeléctrica Ituango, como se llama oficialmente el megaproyecto , ha afrontado a lo largo de su concepción y desarrollo varios momentos críticos (ver gráfico y nota anexa).
Se trata de la central más grande que se ha construido en Colombia, con 2.400 megavatios de capacidad instalada, atenderá un 17 % de la demanda de energía nacional y requiere inversiones que a mayo se contabilizaron en 5.300 millones de dólares (unos 16,18 billones de pesos, al cambio actual). Las obras, ya superaron el 50 % de avance e impactan a 12 municipios del Norte y Occidente antioqueño.
Con la propuesta de comprometer recursos, la Gobernación consideró que el Municipio de Medellín, segundo socio más relevante mediante EPM, también aprovecharía para apalancar proyectos como el tranvía de La 80.
No obstante, Orlando Uribe, secretario de Hacienda de Medellín, dijo que no había certeza de la propuesta y que tampoco se contaba con dichos recursos: “solo hemos recibido algunos pronunciamientos pero nada oficial para socializar cuál es la estructura que la Gobernación propone. Hoy tenemos que si los recursos que llegan de la venta de Isagén se materializan, llegarán a grandes proyectos, como el tranvía”.
Añadió que la figura planteada ha sido usada en obras de infraestructura, pero anotó que es prematuro saber si es de buen alcance, hasta no conocer la estructura de la propuesta.
¿Jugada peligrosa?
Aunque las directivas de EPM se abstuvieron de pronunciarse sobre la propuesta de la Gobernación, sí lo hizo el exgerente de la Sociedad Hidroituango, Luis Guillermo Gómez, quien pidió más atención porque los costos del proyecto han crecido.
“No se qué tan viable sea comprometer vigencias porque es una renta incierta que dependerá mucho de los costos finales del proyecto. El Departamento debe estar atento para que los gastos sí correspondan y efectivamente sean costos reales del proyecto. Que no nos vaya a pasar lo de Reficar”, precisó
Gómez, entre tanto, dudó que una entidad financiera sepa estimar esos flujos de dinero y adelante recursos. Recordó que el acuerdo planteado con EPM es que “saca sus intereses y el saldo de la operación se reparte proporcionalmente entre accionistas”.
Así mismo, el exgerente de EPM, Ramiro Valencia Cossio, dijo que no pueden comprometerse todas las utilidades futuras, porque posteriores gobernantes no tendrían caja para ejecutar proyectos y atender necesidades de la región. Sugirió invertir solo un porcentaje de ingresos futuros y utilizar alianzas público privadas (APP) para otros proyectos. “No es una idea descabellada, porque si no se tiene dinero, deben buscarse los recursos y una fuente es la anticipación de las utilidades”, anotó.
Al respecto, Mauricio Restrepo Gutiérrez, exgerente de EPM, reveló que el tema se abordó en la junta directiva de Hidroituango de la cual él es miembro: “es una iniciativa audaz, que las directivas de Hidroituango están estudiando”.
María Eugenia Ramos, exsecretaria de Planeación de Antioquia, consideró que legalmente la Gobernación puede comprometer los recursos, pero, apuntó, “es un tema de moral y ética decir que se pueden gastar los posibles ingresos de 20 o 30 años”.
Recalcó que la directriz del Gobierno Nacional a las Administraciones Departamentales es buscar otras fuentes de recursos propios y hay que depender menos de las transferencias de la Nación.
“Siempre la respuesta fue que Antioquia tendrá una fuente importante de recursos en Hidroituango. Que no se debía soltar. Pero desde ya tomar esos recursos y quitarle al departamento esa posibilidad de no depender de otras rentas distintas a las tradicionales, puede ser arriesgado”, concluyó.
