El homicidio de un hombre sin identificar, de entre 25 y 30 años de edad, de estatura baja, tez trigueña, contextura delgada y que vestía camiseta negra y pantalón camuflado, quedó registrado en una de las cámaras de seguridad del Terminal de Transporte Norte de Medellín.
Según la Fiscalía, la víctima, quien recibió cuatro impactos de bala el martes 30 de enero, era un vendedor de dulces del sector; sin embargo, el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc) informó que el sujeto se encontraba realizando cobros a las rutas de la zona.
La Fiscalía y el Sisc informaron que la reacción inmediata de agentes de la Policía Nacional permitieron la captura en flagrancia de Cristian Camilo Cano Salazar, de 20 años de edad, a quien se le incautó un revólver marca Llama con cuatro cartuchos percutidos y otros dos proyectiles.
El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, general Óscar Gómez Heredia, manifestó que se adelanta una investigación para determinar si la víctima se encontraba cobrando “vacunas” a las rutas de buses y cuáles fueron los motivos del homicidio.
El aprehendido no se allanó a los cargos que le imputó la Fiscalía General de la Nación por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal.
El cuerpo del fallecido, que todavía permanece como NN en las instalaciones de Medicina Legal en Medellín, tiene varios tatuajes con las leyendas “Viviana 1970”, “Andrés” y un tribal en el brazo derecho. Sus familiares pueden acercarse para establecer su plena identidad y posterior reclamación.