“La historia la tenemos que contar nosotros, no los mafiosos”. Con esa frase el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, justificó el sellamiento de la Casa Museo Pablo Escobar, establecimiento que tampoco tiene Registro Nacional de Turismo, indispensable para prestar el servicio que ofrece.
Se trata de una casa ubicada la vía Las Palmas, que también la vivienda de Roberto “el Osito” Escobar, hermano del narco y anfitrión del tour que exhibe a turistas extranjeros algunos de los carros, motos, fotos y otras pertenencias que fueron de la familia entre los años 80 y 90.
El recorrido, en el que incluso hay un doble del narco que explica la historia de cada objeto —según cuentan las reseñas que los visitantes han dejado en la plataforma turística TripAdvisor— incluye firma de autógrafos, impresión de la huella digital y foto con “el Osito”.
El secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón Villada, explicó que se trata de un cierre temporal porque el sitio funciona de manera ilegal, y que la restricción estará vigente hasta que los propietarios tramiten y obtengan el registro ante el Viceministerio de Turismo.
Según el alcalde Gutiérrez, el cierre del establecimiento es una de las medidas que la Alcaldía está tomando en el marco de la estrategia de lucha contra la cultura de la ilegalidad.
“No queremos esos ‘narcotour’ que hacen apología al delito, mostrando a estos personajes (mafiosos) como si fueran las leyendas y los héroes. Aquí los héroes son las víctimas. Todo el mundo sabe quién era Pablo Escobar, pero ¿qué tanto sabe el mundo sobre Valdemar Franklin Quintero, comandante de la Policía acribillado por estos asesinos? Él es un héroe”, declaró.