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La formalización y legalización minera en Buriticá no solo implica que los beneficiarios puedan ejercer la extracción del oro con tranquilidad sino que también adquieren compromisos con los recursos ambientales, y así lo acaban de reafirmar dos empresas de la zona, que adelantan el proceso de la mano con la Zijin-Continental Gold, dueña del proyecto Buriticá, y Corantioquia.
Las comprometidas con el proceso son las sociedades mineras San Román y Los Nomos, que firmaron el Pacto por la Protección del Medio Ambiente, consistente en un acuerdo en el que estas empresas se comprometen a seguir trabajando con criterios de sostenibilidad y protección del patrimonio natural.
La firma del pacto va más allá del protocolo, pues obliga a estas empresas a proteger las fuentes hídricas, ejercer la actividad con buenas prácticas ambientales como el no uso del mercurio; hacer un adecuado control y seguimiento ambiental; y promover el desarrollo y la sostenibilidad ambiental, en aras de mejorar la calidad de vida de los habitantes del municipio y de sus territorios.
El hecho, en vez de generar estrés, es visto por estas empresas como una oportunidad para mejorar su crecimiento y tener más oportunidades. Así lo ve Marcelo David, representante legal de la Sociedad Minera San Román, quien precisó que “estamos muy contentos con la firma de este pacto, porque desde 2014 San Román le viene apostando a una minería que respete el medio ambiente”.
Hugo Valle, socio de la misma minera, aseguró que la legalización y el compromiso ambiental es un beneficio que eleva la empresa a un nivel más alto en la escala de explotación del recurso minero.
“La minería bien hecha es mucho más que cavar un túnel y extraer material, exige respeto por el agua, la flora, la fauna y un compromiso con las comunidades”, aseguró Valle, cuya empresa reúne a 50 mineros.
Firmar este pacto implica para las empresas tener estudios de impacto ambiental y cumplirlos, los cuales incluyen un adecuado manejo del recurso hídrico y de los vertimientos, la reforestación de las zonas afectadas por la extracción del mineral, hacer una buena disposición de las basuras y desechos, y reciclar, entre otras obligaciones.
Todos estos aspectos son controlados por Corantioquia, como autoridad ambiental porque es la entidad que otorga las licencias, través de visitas periódicas a las mineras.
“Este proceso ha sido largo, pero hay que precisar que cuando ellas entran a la formalidad quedan sometidas a que les hagamos control y seguimiento, porque la licencia ambiental es un instrumento que les implica obligaciones; y les hacemos control como a todas las empresas mineras”, advirtió Ana Ligia Mora, directora de Corantioquia.
Señaló que para obtener dichas licencias han adelantado procesos de seguridad y salud laborales y han implementado sistemas de ahorro de energía como el uso de energía solar y otros sistemas que buscan aminorar el impacto ambiental.
Jorge Iván Úsuga, representante legal de la Sociedad Minera Los Nomos, manifestó que la firma del protocolo es un paso fundamental en la formalización: “Estamos comprometidos con el cuidado del medio ambiente y vamos a seguir adelante con todos los pasos que tengan que ver con la formalidad”.
Chun Wangx, CEO de Zijin-Continental Gold, indicó que la firma del pacto con las dos empresas “es una iniciativa muy importante para llevar a los mineros que trabajan la minería informal a un proceso de formalización para que lo hagan de manera sostenible técnica y ambientalmente”.
La Zijin-Continental Gold, desde 2014, apalanca la formalización de 7 empresas mineras con beneficio para 130 mineros y 390 personas, entre las que se cuentan Los Nomos y San Román, las dos firmantes del pacto presente .