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La estación de Policía encargada de la seguridad y convivencia de 170.000 habitantes de la comuna 4 (Aranjuez) queda, extrañamente, en otra comuna, en la 3 (Manrique).
Buscando corregir este hecho que, según la comunidad, ha dificultado históricamente la estrategia de seguridad, en 2010 comenzó la gestión para construir una estación de Policía con estructura y ubicación más adecuadas para atender a una de las tres comunas con más habitantes de la ciudad.
En 2011, bajo la administración de Aníbal Gaviria, se aprobaron cerca de $10.000 millones para la obra como parte de los acuerdos de las Jornadas de Vida y Equidad y se gestionó la cesión del lote a unos pasos de estación Tricentenario en el barrio Palermo. Pero en el resto de su gestión no se puso ni un ladrillo. Luego Federico Gutiérrez prometió en campaña sacar adelante la obra y no cumplió.
Finalmente, el pasado 20 de agosto se firmó el contrato, tras licitación pública, a cargo del Consorcio Comando Aranjuez, conformado por Lopeca S.A., una empresa con sede en Montería, y la firma Ingap S. A. S. con un presupusto general de más de $11.700 millones. Pero lejos de respirar tranquila, las dudas de la comunidad se incrementaron.
Por ello la Junta Administradora Local –JAL– citó el pasado 30 de septiembre al secretario de Seguridad, José Gerardo Acevedo Ossa, junto al contratista y Personería, para pedirle explicaciones al titular del despacho, como ordenador del gasto. Pero como el funcionario elevó excusa médica y no envió delegado formal, Jhon Jairo Morales, edil citante a la audiencia, la levantó y requirió otra vez al secretario el 21 de octubre, además de Contraloría y Procuraduría.
Morales dice que es inadmisible que a esta altura la comunidad y la JAL, con autoridad para ejercer control político y vigilancia, no tenga certeza sobre aspectos elementales, como por ejemplo, si los diseños de la obra responden a las necesidades actuales o usaron diseños viejos de cuando se planteó el proyecto hace 10 años.
Acevedo Ossa envió un formulario con respuestas a varios requerimientos que debían ser ampliadas en la audiencia. Dice, por ejemplo, que la estación tendrá 5 celdas para vehículos y 28 para motos, todos de uso exclusivo de la Policía. El edil Morales pregunta quién fue el curador que aprobó una obra de un edificio público sin parqueaderos para ciudadanos.
Además, la Policía en la comuna tiene cerca de 8 camionetas y 60 motos, por lo que Morales cuestiona cómo pudo contemplarse un diseño que, de entrada, es deficitario para albergar la logística policial actual.
Por lo demás, en las respuestas del cuestionario conocido por este medio el secretario no arroja claridad sobre la capacidad de calabozos; si existe o no plan para mitigar afectaciones y cambios en la movilidad durante la obra y posteriormente; si incluye oficina de atención ciudadana; si habrá afectaciones o cambios en las redes de acueducto de la zona.
Otra preocupación gira en torno a si existe o no acta de vecindad, que contempla el inventario de posibles afectaciones a viviendas aledañas, y las medidas para mitigar y compensarlas, pues varios vecinos ya advierten sobre daños a las estructuras de sus casas.
Para despejar estos y otros interrogantes, la JAL le pidió al secretario entregar copia de los diseños de la estación, pero Acevedo Ossa respondió que de acuerdo a la ley 1755 de 2015, “la información y documentos relacionados con la defensa y seguridad nacional tienen carácter de reserva” y que como la estación tiene por destino la defensa y seguridad nacional “no es procedente acceder a esta solicitud”.
Sin embargo, en diálogo con EL COLOMBIANO, el secretario de Seguridad entregó una respuesta diferente y garantizó que el próximo 21 de octubre sí asistirá a la citación y que la comunidad podrá conocer ese día casi todos los detalles de la estación (salvo, por ejemplo, ubicación del armamento y algunos otros detalles técnicos de seguridad) y que para ello ese día irá con planos y diseños.
Acevedo Ossa también asegura que existen los estudios de suelos y demás análisis técnicos que garantizan que la obra no generará afectaciones en viviendas de la zona.
El secretario recalca que la obra saldará la deuda que existe con la comuna 4, la cual, dice, ha visto un incremento leve de homicidio y también un aumento en robos a viviendas, situación que antes no se presentaba y que responde, señala, a una problemática de ciudad a raíz de la pandemia.
La comunidad espera que estos problemas coyunturales y en general la convivencia mejoren de manera definitiva con la presencia de una estación policial que, como siempre debió ser, quede en su propio territorio y no en la comuna vecina. Pero que, además, quede bien hecha