Aunque de Urabá son más visibles Turbo, Apartadó y Necoclí, hay poblaciones como San Pedro de las que poco se habla, pese a que es una de las más afectadas de la subregión por el conflicto armado. Precisamente por esa condición fue clasificada como una de las poblaciones PDET (Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial), un programa con el que el Gobierno Nacional aporta recursos para territorios con estas características.
Pues bien: este municipio agrícola y ganadero, en la zona norte y sin costa al mar, será uno de los primeros beneficiados con estos aportes, ya que con recursos de la Ocad Paz (regalías) acaba de recibir una inyección de $5.010 millones para la intervención y mejoramiento de vías terciarias.
Este proyecto permitirá mejorar la movilidad en beneficio de sus más de 32.000 habitantes con la construcción de 2,9 kilómetros de placa huella y la intervención de 15 km de vía en las veredas Almagra, Pavas y El Caño. Para celebrar los aportes, la alcaldesa Leyda Ortega, con presencia de líderes comunitarios, puso la primera piedra como un gesto simbólico para dar inicio inmediato a las obras, que tendrán una duración entre 6 y 9 meses de ejecución.
“Con esta obra se empieza a cerrar un poco la brecha entre lo urbano y lo rural. Queremos que acá sigan llegando proyectos que mejoren la calidad de vida de nuestras comunidades”, dijo la alcaldesa.
El consejero Presidencial para la Estabilización y Consolidación, Emilio Archila, quien estuvo en la zona liderando los anuncios, indicó que “a través del Ocad Paz hemos logrado cerca de $2 billones para invertir en los municipios más golpeados por la pobreza y la violencia”.
Añadió que las intervenciones de las vías en San Pedro de Urabá beneficiarán prácticamente a la totalidad de su población y traerán progreso.