En Medellín ayudan a sanar niños con canciones e instrumentos

Con musicoterapia, especialistas ofrecen tratamiento médico para 7.900 infantes en la ciudad.

Además de disminuir del dolor, regular de la frecuencia cardíaca y respiratoria y mejorar los índices de saturación de oxígeno, según especialistas la musicoterapia mejora los vínculos entre los niños, los padres de familia y el personal de salud. FOTO CAMILO SUÁREZ

Las expresiones artísticas como la música no solo tienen múltiples funciones para la escucha y el entretenimiento, también cuentan con usos en diferentes ámbitos en los que se aprovechan sus cualidades psicoanímicas y terapéuticas, como en el contexto hospitalario.

El uso terapéutico de la música en la salud ya empezó a ser aplicado en la capital antioqueña. En diciembre de 2020 se lanzó el Programa Integral de Musicoterapia (PIM) del Hospital Infantil Concejo de Medellín. La secretaria de Salud, Andree Uribe, explicó que con la música se busca una mejoría clínica de los pacientes y con el PIM se espera beneficiar a 7.900 niños.

“La musicoterapia tiene efectos a nivel cognitivo, estimula los sentidos y facilita un estado de relajación que permite la mejoría clínica de los pacientes”, apuntó.

¿Cómo funciona?

A pesar de que en Medellín ya se usa la musicoterapia en centros de rehabilitación, consulta externa y terapias domiciliarias, este es el primer programa que se implementa para pacientes pediátricos.

Así lo explicó Angélica Chantré Castro, médico pediatra y magíster en Musicoterapia, quien desde su papel como musicoterapeuta del PIM explicó que se está trabajando con menores de entre un mes y 15 años de edad.

“La música funciona como facilitadora de la expresión emocional y eso tiene mucho que ver con los síntomas y enfermedades en los menores. Un niño feliz se sana más rápido y expresar esas emociones hará que el desarrollo del tratamiento sea más eficaz”, dijo.

Chantré planteó que para empezar se definen las edades de los niños con los que se trabajará, así como el tiempo de estancia hospitalaria y se organizan los consentimientos de los acudientes, que autorizan la participación en las sesiones.

Así, y con los protocolos de bioseguridad, se procede organizando un grupo de máximo seis niños, cada uno con un padre de familia, en las habitaciones múltiples del hospital o sesiones individuales si se considera que el paciente lo requiere por su patología, y se interactúa a través del uso guitarras, piano y tambores, maracas, sonajeros y cascabeles.

Según explicó la especialista, en esta apuesta por la musicoterapia se trabaja a través de cuatro métodos principales de la disciplina: el receptivo, en el que se escucha música grabada o en vivo esperando efectos como relajación o imaginación guiada, entre otros.

El segundo es la improvisación musical en vivo con instrumentos y con los niños interactuando a través de los sonidos, mientras que el tercero es la composición de letras o canciones instrumentales donde los pacientes dan a conocer sus pensamientos y sentimientos en relación con lo que viven en el hospital.

“El cuarto método, el recreativo, es el que más estamos usando en el momento, y como su nombre lo indica, consiste en recreación del repertorio del paciente, invitándolos a cantar, dándole un significado trascendente dentro del tratamiento médico”, dijo.

Poder de la música

Si bien a la musica se le ha dado diferentes usos en la historia del hombre y en los tiempos de Platón y Aristóteles se hablaba de esta como un método para combatir las fobias, a lo que se sumó que entre los siglos XV y XVIII se le atribuyeron propiedades curativas, solo hasta 1900 se acuñó el concepto de musicoterapia al compositor suizo Emile Jacques Dalcroze, quien sostuvo que la música era un punto de partida para la comunicación con un paciente enfermo.

El uso de esta expresión artística en el escenario clínico de Medellín, también tiene alcance profesional en otros ámbitos como el educativo y el comunitario para el trabajo con la primera infancia.

La musicóloga de la Universidad Nacional Experimental de las Artes de Venezuela, Ana Vilera Díaz, planteó que acercar a los niños desde temprano a la música es clave ya que “se facilita un puente de comunicación y a través de ella se potencia el crecimiento emocional y personal”.

Por otra parte, en cuanto al contexto clínico, Chantré Castro resaltó que la Musicoterapia hospitalaria puede generar cambios fisiológicos como la disminución del dolor, regulación de la frecuencia cardíaca y respiratoria, mejoramiento los índices de saturación de oxígeno, entre otros”.

Carlos Mario Correa, director del Hospital Infantil Concejo de Medellín, planteó que es una terapia integral y complementaria con la que se busca “innovar y darle a los niños una mejor estancia pues está comprobado que la música ayuda a reducir dolor y estrés”.

La Secretaría de Salud de Medellín indicó que esta iniciativa, considerada pionera en la ciudad, será llevada a otras instituciones médicas públicas locales, para que se sigan multiplicando sus beneficios médicos