La muerte de los seis militares en un campo minado de Valdivia, Norte antioqueño, se debió a una trampa que habría instalado las disidencias de las Farc en el sector La Llana, de la vereda La Coposa, en la cual se buscaba neutralizar a sus enemigos, más allá de si se trataba del Clan del Golfo o el propio Ejército.
Las tropas se encontraban realizando en la tarde del jueves operativos contra el Clan del Golfo en esta zona, pero el artefacto explosivo fue detonado por los insurgentes apenas vieron a presencia de estos militares, según expresó el comandante de la Séptima División del Ejército, general Juan Carlos Fajardo.
“Operaciones contra el Clan del Golfo y entramos a una zona preparada por el Estado Mayor Central, llegan al punto, nos hacen activar este campo minado, provocando la tragedia con nuestros soldados”, expresó el alto oficial.
¿Quiénes eran los soldados muertos?
Cuando se produjo esta explosión ocurrió la muerte del sargento segundo Diego Armando Marín López y los soldados profesionales Jesús Manuel Casso Campo, Yeison Eduardo Gómez Chima, Rodolfo José González Núñez, Andrés Stiven Ramírez Castaño y Cristian Julián Torres Delgadillo.
Sobre el sargento segundo Marín López se conoció que había nacido en Yarumal y la llevaba 15 años y tres meses en el Ejército. Pertenecía actualmente a la Décima Primera Brigada del Ejército, al igual que el resto de los militares asesinados en este ataque.
Por su parte, el soldado Casso Campo era oriundo de Pitayó, Cauca, y su colega González Núñez nació en El Plato, Magdalena. El soldado Ramírez Castaño era de Chinchiná, Caldas.
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La recuperación de los cadáveres de estos soldados muertos presenta complejidades porque el Ejército no ha podido llegar a la zona donde ocurrieron los hechos, no solo por los riesgos de que haya más minas en este corredor, sino porque es necesario cruzar un afluente y las pésimas condiciones meteorológicas han impedido el traslado de la Fuerza Pública y los investigadores judiciales.
También se conoció que los soldados heridos en este ataque fueron los soldados profesionales Alex Ferney Cuta Fernández, Cristian David Hurtado Riascos, Yoel Isai Pushaina y José Cristian Rengifo Benítez. A todos los trasladaron a centros asistenciales de Medellín. Según el general Fajardo, estos sufrieron lesiones en sus piernas y otras afectaciones por las esquirlas, pero su proceso de recuperación es satisfactorio.
La explosión, según fuentes judiciales del caso, se habría producido en cercanías a la institución educativa rural de esta vereda, en un corredor por el cual “transitan pobladores de la región, que se ven expuestos a estos artefactos, en una plena vulneración al Derecho Internacional Humanitario, además por esto se hace con explosivos artesanales”, indicó Fajardo.
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Esta situación se presenta en medio del cese al fuego entre el Estado Mayor Central y el Gobierno Nacional que finaliza el próximo miércoles y que está a la espera de si llega a su finalización o no, en medio de las situaciones registradas en todo el territorio.
“La responsabilidad es de quienes están en un proceso de paz y no cumplen con los acuerdos. Estas acciones muestran un desprecio total por la vida y la seguridad de los colombianos”, expresó el comandante de la Séptima División del Ejército.
Situación en Valdivia
Al ser Valdivia un corredor estratégico para el tráfico de estupefacientes y armas en dirección hacia la Costa Atlántica, es un punto codiciado y disputado por el Clan del Golfo, estructura que llega como agente invasor del territorio, y el Estado Mayor Central (EMC), con sus frentes 18 y 36, organización criminal que pese a sus transformaciones ha tenido el control histórico de las rentas criminales en la zona.
Además, de acuerdo con expertos en el conflicto armado en la zona, el sector donde ocurrió esta explosión tiene acceso a una mina que se encuentra en el corregimiento San Pablo, municipio de Cáceres, lo que ha generado una intensificación de las disputas, a las que también se unió el ELN, aunque para apoyar a las disidencias.
Este panorama de las confrontaciones entre el Clan del Golfo y la alianza EMC y ELN es similar al que actualmente se vive en el Nordeste antioqueño y algunos puntos del Bajo Cauca por la disputa de yacimientos de oro.
Ante estos hechos que golpean la seguridad en Antioquia, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón pidió al Gobierno Nacional suspender inmediatamente este cese al fuego, manifestando que estos solo sirven para fortalecer a las estructuras criminales y limitar el accionar de la fuerza pública.
