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En un video de 58 segundos se evidenció el acoso sexual del que fue víctima una mujer ayer en la mañana en el metro de Medellín. En el video, difundido en redes sociales, un usuario de la línea A en el tramo Ayurá - Envigado extrajo su miembro y en repetidas ocasiones lo frota en contra de la mujer que está delante de él. El sujeto también lo toca con sus manos.
En el video, la víctima no se percata del acto de violencia sexual ejercido en su contra, asunto sobre el cual los usuarios de redes sociales se han centrado. Estos han criticado la indiferencia de los demás pasajeros ante el acto de acoso sexual en el medio de transporte público.
“¡Y cómo nadie dice nada! ¡Qué asco! Está bien que haya grabado, pero al mismo tiempo de tener la evidencia, decir algo para que la gente reaccionara, eso no se puede permitir en el @metrodemedellin”, escribió una usuaria en Twitter.
Otro tuitero pidió que más que poner adhesivos en los vagones, la empresa debe visibilizar aún más los protocolos de atención y “viralizar una campaña contra el acoso así como hicieron y están haciendo con la depresión, que llegó a todo mundo y de verdad ayudó y está ayudando”.
Desde el metro recordaron que nadie debe soportar este tipo de acoso y que es responsabilidad de todos conseguir que estos actos se desnaturalicen. Se debe actuar desde nuestra responsabilidad para que la justicia se haga efectiva, expresaron.
El Metro tiene un protocolo interno para atender situaciones de acoso o abuso sexual. Lo primero es que cualquier persona puede presionar el botón rojo, no solo en casos de salud, sino también cuando se atente contra la integridad de cualquier pasajero o se es testigo de un presunto delito.
Cuando el botón se activa dentro de un vagón, el conductor del tren recibe una alerta que permite que en la siguiente estación el personal esté listo para atender la situación. Esto posibilitará, rigiéndose a lo autorizado en el Código de Policía, identificar al agresor y que la persona agredida pueda acompañar el proceso con la denuncia formal para que el caso no quede en anécdota. Según el Código Penal colombiano, este tipo de agresión sexual, es considerada un delito desde 2008 y quienes incurran en él pueden recibir una condena de entre uno a tres años de prisión.
Adriana Sánchez, jefe de Gestión Social del Metro de Medellín, hizo un llamado a la corresponsabilidad y a la empatía de los pasajeros: “en el momento en que seamos testigos de una situación de acoso dentro del sistema obturemos el botón rojo, que si bien lo puede obturar la víctima de acoso, también se puede hacer en el momento de ser testigo de cualquier situación”.
El personal de las estaciones está preparado para atender a las víctimas de acoso sexual y recordó que en la compañía cuentan con un protocolo en el cual “está derivado cada uno de los pasos para el acompañamiento que se requiere incluyendo el de la Policía Metro”