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Parques de bolsillo, otra promesa que no ha cumplido la alcaldía
La meta era que el año pasado estuvieran listos tres de los ocho planeados. Aún no se ha iniciado ni el primero.
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Los estudiantes de Bellas Artes deben sentarse en el suelo, pues en el lugar no hay ni una sola banca. La cultura, sin embargo, ha mejorado el sector. FOTOS edwin bustamante -
Calle 49A, a las afueras de Unaula. Los estudiantes se quejan de que es sola e insegura en las mañanas y en las noches. El parque mejoraría ese aspecto. -
Sector La Palencia, que también será remodelado. Foto: Edwin Bustamante.
25 de marzo de 2022
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En el Centro de Medellín está el pasaje Cervantes, una cuadra adoquinada que parece de otro tiempo. En su extremo norte está la Fundación Universitaria Bellas Artes; al sur, la Plazuela San Ignacio. Al pasaje llegan cientos de estudiantes, pero no hay una sola banca para sentarse. Hace un año, los vecinos recibieron la noticia de que la cuadra iba a convertirse en un “parque de bolsillo” y que, por fin, habría espacio para “parchar”. Pero terminó 2021 y nada cambió.
En enero del año pasado, la gerente del Centro, Mónica Pabón, le dijo a este medio que antes de que terminara 2021 habría tres parques de bolsillo en el Centro. Uno de ellos sería en Cervantes. Otro, en La Palencia, a unas cuadras del anterior, y el último, en la 49 A, al frente de Unaula. Pero pasó un año y ninguno de los parques se hizo.
Pabón añadió en esa ocasión que la administración dejaría, en total, ocho parques de bolsillo en el Centro. Pero los tres que se priorizaron ponen cuesta arriba esa meta.
Según las cuentas hechas en 2020, para diciembre de 2021 debían estar listos los tres primeros. En 2022 se construirían dos y en 2023 concluirían los restantes. Con lo sucedido hasta el momento, la meta parece improbable. En su momento se habló de que la inversión sería de $2.500 millones.
¿Qué ha pasado? EL COLOMBIANO se comunicó con la Gerencia del Centro, la entidad encargada del proyecto, pero desde allí no respondieron el requerimiento enviado. Lo que sí está claro es que en ninguno de los tres parques se ha puesto la primera piedra y las comunidades preguntan por los proyectos desde hace un buen tiempo.
Un recorrido
EL COLOMBIANO recorrió las zonas de los tres parques y conversó con los vecinos. Pero antes de entrar en detalles, es importante dejar claro qué es un parque de bolsillo. Este es un concepto urbanístico nacido en Europa que pretende transformar espacios en pequeños parques que, como oasis, sirven para que los ciudadanos descansen en sus recorridos urbanos.
La actual administración trasladó la idea y la sembró en el Plan de Desarrollo, dentro del eje de la Ecociudad. Ahí radica la importancia del proyecto, pues el Centro es uno de los pilares de esa propuesta. La idea es, en particular, revitalizar espacios que se han perdido, que están subutilizados y que no son transitados. Con mobiliario urbano como bancas, cafés al aire libre, vegetación y árboles, dejarían de ser sitios deprimidos.
El pasaje Cervantes ha adquirido una relativa vida cultural desde hace unos dos años, cuando llegó el teatro El Trueque y un par de cafés abrieron sus puertas. Sin embargo, uno de sus extremos es un “botadero de basura”. Los estudiantes de Bellas Artes tienen que pasar los ratos libres entre clases recostados sobre las escaleras de la fachada, o sentados en el andén, porque no hay una sola banca. Esos males serían zanjados con la construcción del parque.
Yuliana Zuluaga, del teatro El Trueque, dijo que el año pasado les socializaron el proyecto de convertir a Cervantes en un parque, con lo que estuvieron muy de acuerdo, pero que desde entonces no volvieron a tener más noticias. “Pedimos iluminación para que haya más seguridad. También murales para los artistas urbanos y una tarima para eventos culturales. Ellos nos escucharon, pero no sabemos de las obras ni nada”, relató Zuluaga.
Al otro lado de la callejuela adoquinada, Carlos Delgado atiende un café-restaurante. Su especialidad es la comida callejera gourmet. Cuando le contaron del parque, lo tomó como una buena noticia. Comentó que es necesaria la transformación del espacio: “Sería beneficioso para todos que haya bancas, más espacio para la gente, para los turistas. Hace un año nos hablaron del proyecto, pero no sabemos en qué va”.
Es cierto que Cervantes ha ido mejorando con la oferta cultural, pero solo el parque y un nuevo uso del espacio público le darían otra vida.
El segundo parque prometido, que hasta ahora no comienza, es el de la Palencia, un callejón que comunica El Palo con Ayacucho. Así como Cervantes, es una cuadra adoquinada y poco transitada, en donde se asientan con frecuencia habitantes de calle y vendedores ambulantes. Allí está el Club Unión, donde ahora reciben clases estudiantes del Censa y la Corporación Universitaria Americana.
Alejandra Arenas, coordinadora de Desarrollo Social de la Americana, cuenta que la universidad hizo parte de la construcción social del proyecto. En un taller con la Gerencia del Centro, los estudiantes pidieron que el parque tuviera paneles solares, food trucks y una tarima para eventos. “Hasta donde entendemos, el proyecto está en diseño. Nos dijeron que estaba para un año, pero ya están retrasados”, comentó Arenas.
Pese a la crítica por la demora y la falta de información, reconoció que es una buena idea para recuperar la cuadra con eventos culturales y esparcimiento para los estudiantes. La Palencia hoy está ocupada por vendedores de verduras y algunos habitantes de calle que, en cuclillas, arman sus bazucos.
Uno de los vendedores de verdura comentó, mientras empacaba unas zanahorias, que La Palencia es una zona deteriorada, insegura para los estudiantes y para él mismo. Aunque la construcción del parque le parece una buena idea, teme que no lo dejen seguir vendiendo sus productos.
El último parque de bolsillo anunciado el año pasado fue el de la 49 A, en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Latinoamericana, Unaula. En esa calle hay algunos comercios, restaurantes y la librería universitaria. Las intervenciones, como en los casos anteriores, no se han anunciado siquiera. Mientras tanto, los estudiantes toman cerveza en Punto U, un bar, y conversan sobre los andenes.
Sector La Palencia, que también será remodelado. Foto: Edwin Bustamante.
Estos parques también están dentro de la visión de “univerciudad”, que pretende hacer del Centro un lugar más amable para los estudiantes de más de 60 instituciones.
Los parques de bolsillo, si bien son una iniciativa de la actual Gerencia, ya se habían planteado por parte de la sociedad civil, como la Alianza Cultural por el Centro. Juan David Belalcázar, vocero de la Alianza, es defensor del proceso que adelanta la Alcaldía. Opinó que estos parques son un proyecto “de lento calado”, que tienen que irse informando con la comunidad: “Ha sido un proceso de construcción colectiva, en los que se ha buscado el consenso con la gente. La Alcaldía pondrá la parte de infraestructura, pero nosotros los habitantes tenemos que crear dinámicas de protección y uso del espacio”.
Belalcázar cree que las demoras son normales, pues crear consensos no es fácil. “Cada uno tiene sus dinámicas, sus problemáticas particulares. En Cervantes, por ejemplo, hay basuras y consumo de sustancias alucinógenas, todo eso debe tenerse en cuenta”, concluyó.
Como la Alcaldía no respondió sobre el avance de los parques de bolsillo, quedamos a la espera de la información. Por ahora, esos tres lugares esperan el día en que llegue su redención
A pesar de que en 2020 se dijo que tres parques estarían listos para diciembre de 2021, a la fecha solo se ha avanzado en los diseños. No hay certeza sobre el cronograma a seguir.
$2.500
millones es la inversión que se anunció cuando el proyecto se hizo público.
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parques de bolsillo dijo la actual administración que iba a construir en el Centro.
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