El cambio climático ha sido uno de los factores predominantes a la hora de construir y concebir los lugares que habitamos. Por esto, nuestro hogar ya no es un punto aislado en su entorno, ahora se integra desde pequeñas acciones para proteger los elementos que le rodean y hacen posible su sustento.
Esto abre nuevas posibilidades de diseño y oportunidades para mitigar, desde la comodidad de la casa, la problemática ambiental que se vive en la actualidad. Además, posibilita el ahorro económico de las familias y apoya el desarrollo social de la comunidad circundante.
“La sostenibilidad busca suplir necesidades actuales sin comprometer recursos de las generaciones futuras. Los tres pilares en los que se fundamenta son: medioambiental, social y económico. Estos son dependientes, por lo que no hay sostenibilidad sin economía y logros sociales”, afirma Daniel Restrepo, director de Greenmark, compañía encargada de gestionar la sostenibilidad de proyectos arquitectónicos.
Una de las formas de hacer una casa sustentable es buscando alternativas de ahorro de energía. La implementación de paneles solares es la estrategia más conocida. En esta, la vivienda durante el día capta los rayos del sol para abastecer los recursos que se está utilizando en su cotidianidad. A su vez, se traduce en una disminución de los costos en la cuenta de servicios públicos de electricidad.
Los aleros sobre las ventanas o las terrazas pronunciadas también ayudan a ahorrar, puesto que reducen la incidencia directa del sol en los espacios interiores. La temperatura disminuye gracias a esto y hace que la vivienda no consuma tantos recursos. Así mismo, la ventilación es esencial; si un apartamento tiene dos lados opuestos por los que entra y sale el aire permanece más fresco.
Cuestión de equilibrio
“La proporción ventana - pared en las fachadas juega un papel igual de importante. Cuando no hay un equilibrio, el espacio se calentará con el sol o se enfriará si no tiene la incidencia directa de este. Sucede lo mismo con las paredes exteriores si tienen un recubrimiento adicional, la vivienda térmicamente va a funcionar mejor”, explica Restrepo.
Los medidores inteligentes son otra de las opciones para economizar energía. Estos analizan el consumo de las edificaciones y generan alarmas en caso de algún exceso o anomalía, contribuyendo a reducir costos. Así mismo, la iluminación LED en los hogares apoya en la minimización de este impacto.
Reducir los recursos
El sistema de recolección de aguas lluvias es otra estrategia que contribuye a tener un hogar más sustentable. Si se utiliza para el vaciado de sanitarios, riego de jardines o flores, lavado de vehículos y otros, se protege el agua potable, recurso que escasea cada vez más.
“En una vivienda construida se debe analizar el tema de las cubiertas, las pendientes de estas y cómo captan las aguas para aprovecharlas. Existen sistemas, sea por tanque o tubería, en los que se recolectan y generan sistemas híbridos para uso diferencial de cada actividad”, dice Brayan Cossio, arquitecto de Bio Architects, empresa de diseño bioclimático y construcción sostenible.
Adaptación al entorno
Es así, como la adaptabilidad de la vivienda al terreno en el que se construye es otra de las formas de hacer una casa sostenible. Si se evitan movimientos de tierra, maquinaria pesada y la tala de árboles, se contribuye a la protección de los ambientes. Además, la compra precisa de materiales precave la generación de escombros y la contaminación que genera la cadena de consumo.
“Las casas sostenibles se adaptan a la topografía del lugar. Si en este hay un árbol o vegetación se debe abrazar la arquitectura a él. No debemos olvidar que él estuvo primero que nosotros. En las construcciones también se debe tratar de utilizar menos agua y cemento y trabajar con materiales amigables con el medioambiente”, afirma Cossio.
En el país se viene fabricando viviendas con guadua, material orgánico que funciona para la construcción por las condiciones climáticas que brinda a los espacios. Las casas de madera son otra opción viable para mitigar el cambio climático.
Uno de los puntos que más debe tenerse en cuenta es que estos deben venir del mismo lugar de origen, puesto que si provienen de otro país se crea una cadena de transporte que también genera contaminación. La sostenibilidad va de la mano de la economía local, por lo que si se contratan trabajadores de la zona se contribuye al bienestar social.
“Los beneficios que obtenemos de la construcción y el desarrollo de proyectos verdes son incluso mayores que una vivienda o apartamento tradicional. No solo protegemos nuestro planeta, sino que mejoramos nuestra economía”, concluye Daniel Restrepo.
De esta manera, la instalación de paneles solares, la recolección de aguas lluvias, los controles o sensores de iluminación en baños o pasillos, la cosecha de huertas caseras, la elección de materiales ecológicos y la ventilación e iluminación natural en los espacios, entre los factores más determinantes, hacen posible la construcción de viviendas sustentables alineadas a conceptos de arquitectura ‘sostenible’ o ‘verde’ basada en una creciente preocupación por el cuidado del planeta y la posibilidad de preservar para las futuras generaciones un mejor lugar donde habitar. “Una casa sostenible no requiere que la persona haga todo por su cuenta, sino que la misma casa representa un ahorro”, concluye Brayan Cossio
